lunes, 4 de agosto de 2014

JOANOT COLOM Y LA GERMANÍA A MALLORCA

Josep María Osma Bosch

El 6 de febrero de 1521, Miquel de Gurrea, a la sazón virrey del Reino de Mallorca, que curiosamente no podía ejercer dicho cargo por un decreto firmado en 1344 por el rey Pedro IV de Aragón,  por el cual ningún hombre nacido en el Rosselló de  la Cerdanya no podía ejercer ningún cargo oficial en el Reino de Mallorca, teniendo conocimiento que en Ciutat se celebraban reuniones clandestinas de menestrals (artesanos), detuvo y encarceló a siete de ellos: Joan Crespí, peraire (preparador de lana); Pasqual Rosselló, Joanot Odom y Francesc Odom Colom, hermanos, boneters (bonetero); Rafel Ripoll, capeller (sombrerero); Guillem Vic, espasser (espadero) y a Pere Bagur, sabater (zapatero). 

El motivo de la acusación era que los encarcelados estaban fraguando un levantamiento popular a semejanza de los de Catalunya, Valencia y los llamados comuneros de Castilla,  en protesta por los privilegios de la clase nobiliaria, el pago de fuertes impuestos al Estado que abonaban los menestrals, la subida incontrolada de los precios de las materias primas que usaban para la fabricación de sus productos, la elevada carestía de los alimentos de primera necesidad,  la extinción de la Deuda Pública... Al día siguiente de la detención, una gran multitud de gentío se congregó delante de la cárcel real pidiendo a gritos la puesta en libertad de los siete menestrals; el virrey Gurrea, ante la impotencia de sus guardias para sofocar a esa manifestación, no le quedó otra opción de abrirles las puertas de sus celdas.  Una vez en la calle, y entre vítores, Joan Crespí fue nombrado por el pueblo llano caudillo e Instador de la Germanía de Mallorca, nombre que se deriva de la palabra germà, es decir,  hermano en mallorquín. Por su parte el virrey Gurrea, al asumir su fracaso, partió hacia Eivissa y sustituido en su cargo.

Joanot Colom
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Una semana después de ese acontecimiento, Joanot Colom junto al notario Miquel Nebot y otros menestrals, fue comisionado por Joan Crespí para ir a Valencia y conocer de primera mano la organización de esa Germanía, la cual tenía permiso del emperador Carlos, y después acudir a la Corte para obtener la legalidad de la germanía de Mallorca.

El día 23 de septiembre de ese mismo año, en uno de los dos claustros de La Real Basílica de San Francisco de Asís de Ciutat de Mallorca,  una representación de la Germanía mallorquina cuestionó el liderazgo de Joan Crespí relegándole de su cargo y eligiendo a nuestro biografiado, uno de los elementos del ala más radical de los sublevados contra Carlos I; por su parte, Joan Crespí fue encarcelado en la Torre del Ángel de Palacio de la Almudaina siendo asesinado días después por Francesc Odom Colom, hermano de Joanot. Nuestro personaje fue elegido nuevo caudillo de los agermanats, el cual hizo varios cambios en la estructura de la organización, como la supresión de la Junta dels Tretze, órgano colegiado democrático creado por Crespí durante su corto mandato y con ello asumió la potestad de tener el control en la elecciones cargos públicos y en algunos casos nombrarlos él mismo; abolió impuestos indirectos sobre artículos de primera necesidad; exigió que se impusiese la sentencia arbitral del rey Fernando el Católico firmada en 1512, sentencia que aplicaba la estimación de todo el mundo, tanto la parte de la ciudad como la foránea, contribuyeran al tesoro de la nación en proporción a sus patrimonios e ingresos, es decir, como actualmente es la Declaración de la Renta…Todas esas nuevas disposiciones fueron aceptadas en toda la isla a excepción de Alcúdia, villa fuertemente fortificada donde se asilaron familias nobiliarias, eclesiásticas y mercaderes insulares contrarios a la Germanía

Ante esa negativa de los habitantes de Alcúdia, Colom organizó  un gran ejército compuesto por menestrals y payeses, bien pertrechado en armamento y logística, compuesto por 6.000 peones, 400 hombres a caballo y cuatro piezas de artillería de grueso calibre, poniendo sitio a la villa y exigiéndoles que aceptaran el nuevo orden impuesto agermanado, condiciones que no fueron aceptadas por los sitiados, los cuales empezaron a sufrir bombardeos diurnos y nocturnos sin cesar. A pesar de estar la villa sitiada, sus habitantes hicieron algunas incursiones en los campamentos de los agermanados produciéndoles muertos heridos y sustracción de víveres y material bélico.

 En los primeros días de octubre de 1522, tras una negociación fallida entre los sitiadores y Francesc Ubach, representante del emperador Carlos I, una potente escuadra naval con 12.000 hombres a bordo, y al mando del ex virrey Miquel de Gurrea y el almirante Juan de Velasco, desembarcaban en el puerto de Alcúdia, haciendo que los agermanados levantaran el sitio e iniciando la retirada hacia la capital del reino. Años después, el emperador Carlos I concedía a Alcúdia el título de Ciudad Fidelísima pudiendo ostentar en su escudo el águila bicéfala, signo heráldico suyo.

Tras varios contactos entre ambos ejércitos, el 3 de noviembre se enfrentaron en batalla en Son Fornnari, en el término municipal de Sa Pobla, en la cual hubo unas 2.000  bajas mortales e innumerables heridos por ambas partes; en ese lugar, y para recordar ese sangriento día, el 3 de noviembre de 2012 se inauguró un monolito de 1.200 kg. que sustituye a otro inaugurado a principios del siglo pasado y que había desaparecido. Otros hechos importantes de esa contienda fueron el saqueo por parte de las tropas imperiales en Pollença, donde dieron muerte a 200 personas quemándolas dentro de una iglesia; la batalla del Rafal Garcés, entre Inca, Sencelles y Binissalem, donde Miquel de Gurrea venció a una columna de agermanados causándoles medio millar de muertos y ahorcando a 110 supervivientes. Tras esas contiendas, las tropas diezmadas de Colom, con él a la cabeza, pudieron entrar en Ciutat.

Ciutat de Mallorca, último reducto de los agermanados, capituló frente a las tropas imperiales el 7 de marzo de 1523.  El virrey Miquel de Gurrea encarceló a Joanot Colom y a sus principales correligionarios en el castillo de Bellver; mientras ordenó levantar infinidad de horcas en varios puntos de la ciudad como de la parte foránea: la misma fortaleza de Bellver, Portixol, Porto Pi, el monasterio de la Real, Inca, Binissalem, Campos, Sa Pobla, Sóller, Manacor, Felanitx, Muro, Porreres, Artà, Petra... Tres meses después de la capitulación de los sublevados, concretamente el 7 de junio, se dictó y se ejecutó la sentencia a muerte contra Joanot Colom: "que lo dit Joanot Colom sia aportat per los llocs acostumats de la present Ciutat de Mallorca en un carro, sobre lo qual sia atenallat, sia degollat per lo coll devant la Porta Pintada,  escorterat y los cortons sian posats a certs pilars fahedors los quals se han de anumerar los pilars de Colom,  en lo cap de aquells, ab una llanterna de ferro, sia a la Porta Pintada,  disminuit-lo a ell y a la sua progenie fins a la quarta generació, fahent-los inhabils per qualsevol ofici y honors y las casas de ell sian derrocades e sembrades de sal e los bens confiscats a la regia Cort".

Varios ha sido los historiadores locales que han tratado a la Germanía mallorquina y a Joanot Colom, el cual, en algunos casos se le ha exaltado, como Antoni Furió  i Sastre (1798-1853) que en el discurso que pronunció cuando el líder agermanat fue proclamado Hijo Ilustre de Palma de Mallorca y colocar su retrato en el salón de sesiones del consistorio, a pesar de haber nacido en Felanitx: "era sino un gran héroe, el sostenedor de la libertad mallorquina"; en cambio Josep Maria Quadrado i Nieto (1810-1896) lo detrae: "un gran criminal, que dio muerte a dos mil personas, entre los homicidios perpetrados por su cuadrilla de doscientos hombres,  y los que en las batallas que dio lugar el alzamiento".

El 7 de febrero de 1865, el Ayuntamiento de Palma acordó dar el nombre de Joanot Colom a la nueva calle que enlazaba las plazas de Cort con la de Abastos (Major), calle, que curiosamente en 1892, con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América cambió su rotulación por la de Colón trasladando la del agermanado a la actual plaza de España, lugar donde estuvo su cráneo dentro de una jaula de hierro hasta bien entrado el siglo XIX; actualmente esa vía pública colindante con el consistorio palmesano ha recuperado su primigenia nomenclatura.

Monumento a Joanot Colom de Jaume
Mir.
(Foto: Archivo de Josep María Osma Bosch)
A la altura del número 58 del palmesano Camí de Son Gotleu, entre dos centros escolares, Joanot Colom tiene erigido un monumento, obra en bronce del escultor felanitxer Jaume Mir i Jaume (1915-2012), que representa a un hombre desnudo, de pies y manos encadenado, brazos abiertos y con su mirada en aptitud de exclamación dirigiéndose al cielo. A mi modo de parecer, y respetando su ubicación, debería estar colocada en alguno de los lugares que han tenido relación con el líder agermanado, como pueden ser la calle que lleva su apellido, el castillo de Bellver donde vivió sus últimos días, la plaza del donde tenía su casa adquirida por 22 lliures mallorquines y derruida y sembrada de sal tras su ejecución, o la actual plaza de España, que como hemos visto, durante unos años le fue dedicada y en la que se exhibió parte de su cuerpo troceado.

Finalizo este artículo con dos fragmentos de poemas escritos por Jaume Santandreu en su poemario Cançons per el meu poble, dedicadosa las dos figuras más relevantes de la Germanía mallorquina del primer cuarto del siglo XVI:

                                                        Gloriós Joan Crespí
                                                        mestre de la Germania
                                                        feis que el poble prest sia
                                                        amo del propi destí.
                                                        Despertau l´embruixament
                                                        d´aquell poder popular;
                                                        que altre cop tornem lluitar
                                                        per obrir el començament
                                                        de la nostra llibertat
                                                        i la nostra retrobada,
                                                        caparrudament guanyada
                                                        amb la nostra identitat.

                                                        Excels Joanot Colom
                                                        sant major del nostre altar,
                                                        vos venim a suplicar
                                                        que puguem SER EL QUI SOM!
                                                        És tan trista nostra sort
                                                        de Poble sempre vençut
                                                        que, més que en esclavitut,
                                                        sembla que vivim en mort.
                                                        Que la nostra solución
                                                        és deixar-nos de manies
                                                        i amb  força de Germanies
                                                        proclamar que som NACIÓ!



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