sábado, 7 de febrero de 2015

LAS MURALLAS DE PALMA



Juan Ramón Pons

Pont de la Porta de Santa Catalina
(Foto: Archivo Juan Ramón Pons)
Palma es un gran Museo al aire libre. Las murallas de Palma son parte del patrimonio cultural de nuestra ciudad, los restos que conservamos actualmente, forman parte de la fisonomía actual de la ciudad, si en sus inicios las murallas estaban destinadas a una función meramente defensiva o militar, actualmente son una atracción turística, a veces tienen un uso lúdico (muchos niños juegan), dando un paseo por ellas muchos se han enamorado y son como un gran balcón desde el que podemos ver la bahía de Palma.

En el año 123 AC, los romanos, comandados por el cónsul Quinto Cecilio Metelo “El Baleárico” conquistaron Mallorca y la adhirieron al incipiente Imperio Romano. Ellos se instalaron en un lugar al cual le pusieron por nombre Palma. Después el campamento inicial se convirtió en una ciudad que estuvo rodeada de murallas, de las cuales tenemos muy pocos restos, entre los que destacamos: Un muro que se conserva en el Jardí Botanic del Palau Episcopal, otro en el Museu Diocesà y en la actual calle Almudaina se han encontrado restos de muralla así como lo que queda de una de las puertas de la Palma Romana, la Porta de l’Almudaina.

Tras la dominación romana, Palma estuvo a manos de los vándalos 455?-534 y fue “recuperada” por los romanos de Bizancio hasta el año 902. Ese año, 902, Mallorca era conquistada por los musulmanes y “rebautizan” a la ciudad con el nombre de Medina Mayurqa, de los musulmanes pasaron tres facciones: La primera de estas facciones fueron la de los Omeyas, quienes mantienen y reforman el cinturón de murallas de época romana.

No fue durante el mandato de los valíes de Denia cuando se decide ampliar la ciudad y construir un segundo cinturón de murallas, para ello, los gobernantes tomaron una serie de medidas de carie económico como: cobrar altos impuestos a los campesinos, los beneficios que podían conseguir mediante la piratería y el comercio.

El trazado de la segunda muralla que tuvo en su momento fue el siguiente:

a)  La actual, Plaza de Bala Roja enlazaba con las Torres de Bab al-Gumara [1] y seguía hasta la puerta de Bab al-Balad [2].

b) Desde la puerta de Bab al-Balad: La muralla pasaba por las actuales calles de Anselmo Clave y Sangonera hasta llegar a la calle Marie Curie, San Miguel y Reina Esclaramunda. Allí en este último punto se levantaba la puerta de Bab al-Kalh [3].

c) Desde la puerta de Bab al-Kahl: Las murallas seguían por la calle Olmos, hasta llegar a la zona de la calle Rubén Darío, donde se encontraba otra puerta y desde allí seguía hasta la Puerta Nueva [4].

Desde el año 1115 hasta el año 1203, los almorávides sufrieron el asedio de los cristianos pisano-aragoneses, lo cual provoco el desmoronamiento de los almorávides y permitió a los Banu Ganiya crear un reino autónomo en el año 1203. Medina Mayurqa quedo entonces bajo manos de los almohades, quienes crean un tercer cinturón de murallas equipado con un foso y que discurría aproximadamente por las actuales Avenidas. Dicho recinto sería el que se rendiría el día 31 de diciembre de 1229 a las tropas de Jaume I “El Conqueridor” quien entra triunfal en la ciudad por la mencionada Bab al-Kalh.

Una vez conquistada Mallorca por las tropas cristianas del Rey “En Jaume”, se decide mantener el recinto amurallado musulmán y se realizan una serie de reformas. Entre estas reformas destacaremos las que se hicieron en las puertas de la ciudad y a las cuales se les dieron los siguientes nombres: La Portella [5], la Porta del Camp, que se encontraba en las proximidades de la fortaleza de Gumara, cuyas torres son su último vestigio ya que tras la conquista y según consta el Llibre del Repartiment la fortaleza de Gumara fue entregada a los Templarios donde instalaron una pequeña iglesia, la porta de Sant Antoni, la de Jesús, la de Santa Margalida, la porta Pintada, la porta de Santa Catalina, la porta del Mar [6] y la porta de la Calatrava.

Baluart de Sant Pere (Foto: Archivo Juan Ramón Pons)
Es durante los reinados de Fernando II “El Católico y de su nieto, Carlos V [7]cuando se acometen una nueva serie de reformas. Es durante este periodo cuando se deciden construir 14 baluartes como: El Baluard de Sant Pere (finales del S. XV) o el Baluard del Príncep en 1549 [8].

Al ascender al trono Felipe II y ante los reiterados ataques de los piratas, se deciden construir unas murallas siguiendo las pautas que marcaba la época, es decir, murallas de doble grosor, grandes bastiones con el fin de defenderse de los ataques con fuego y equipar a este recinto con un gran foso. Entonces Felipe II decide encargar la construcción de las murallas a un ingeniero italiano, llamado Fratin realizar los planos y llevar a cabo las obras de construcción de las que serían las murallas de Ciutat y que aun podemos contemplar.

En el año 1601, ante la cantidad de muertos que había causado las reiteradas “subidas” de Sa Riera, ya que en este periodo el torrente pasaba por la Rambla y el Born. Se decidió desviar el cauce del torrente y así usarlo como foso (Taronja, 2013).

No será hasta el Siglo XIX cuando se concluyan las murallas, lo cual creará una serie de discrepancias entre los militares, que abogaban por mantener las murallas y los llamados higienistas, quienes defienden que las murallas no son necesarias ya que la ciudad tiene que expandirse y a su vez alegaban motivos de salud.

A principios del Siglo XX, concretamente en el año 1902, se decide demoler las murallas de Palma, cuya demolición fue muy festejada por los ciudadanos. Algunos de los cuales no dudaron a la hora de dedicar canciones de alabanza por el hecho de demoler las murallas, entre estas canciones se encontraba el dicho popular mallorquín de: Barrobí que te crió.

Por otra parte, hay diversas y curiosas anécdotas que envuelven la historia de las murallas de Palma. Por ejemplo, hay una cruz de termino situada en plenas avenidas, entre las calles Gilabert de Centelles y Bisbe Joan Maura, vemos dicha cruz, este monumento fue erigido a la memoria del virrey José Pérez de Pomar y Mendoza quien cayó precipitándose con su caballo al foso del Baluart de Zanoguera, muy próximo al lugar donde está la cruz, en 1645 debido a que alguien habría puesto mercurio en las orejas del equino, ya que el virrey estaba casado con Teresa María Gómez de Sanabria y Ponce de León.  (Taronja, 2013)

Por otra parte, las murallas de Palma están presentes en muchas obras de arte, aunque la más conocida representación la podemos contemplar en el Museu Diocessà del Bisbat de Mallorca en el retablo de Sant Jordi de Pere Niçard.

Pont de la Porta del Camp
(Foto: Archivo Juan Ramón Pons)
Las murallas, en la Palma de hoy las podemos seguir viendo en su emplazamiento original, otras están enterradas bajo tierra, como por ejemplo en el aparcamiento de Vía Roma y bajo el asfalto de las AvenidasAlgunas murallas hay tenido mejor suerte como es el Baluard de Sant Pere que tras una exhaustiva reforma se ha “reciclado” en un Museo y la zona de delante de la Catedral donde actualmente se celebran conciertos. Muy cerca de allí, encontramos el Baluard del Princep, donde se va a realizar una importante reforma y tambien se ha encontrado un puente que unía la Porta del Camp con el camino hacia SantanyiFinalmente decir, que hace unos años se descubrió un nuevo trozo del lienzo de la muralla en una zona cercana de la Porta de Santa Catalina.


 NOTAS:
1-Las que después serían Torres del Temple y que aún se conservan en un estado lamentable.
2-La actual Porta de Sant Antoni.
3-La que más tarde se conocería con el nombre de la histórica Porta de Santa Margalida.
4-Que más tarde cogería en nombre de Santa Catalina.
5-Una puerta de la ciudad que se mantiene en pie y en su lugar original.
6-Que hoy en día la podemos ver en el Consulat del Mar.
7-Carlos V de Alemania y I de España. La dignidad imperial está por encima de la dignidad real.
8-Éste último recibía el nombre en honor del futuro Felipe II de España.

BIBLIOGRAFÍA:
*AA.DD 2004 I CENTENARI DE L'ESBUCAMENT DE LES MURADES. Ed. Ajuntament de Palma. Servei d'Arxius i Biblioteques. Palma de Mallorca (2004)
*Barceló Crespí, Maria (1989). La Ciutat de Mallorca en el Trànsit a la Modernitat. Ed. Institut d'Estudis Balearics (1989). Palma.
*Cantarellas Catalina i Del Hoyo, Javier. (2001) Les Murades de Palma. Miceslanea. Ed. Institut d'Estudis Balearics (2001).
*Casasnovas, Miquel Ángel. (2007). Historia de les Illes Balears. Ed. Moll. (2007) Palma de Mallorca.
*Ferrà i Martorell, Miquel. (2006). La Mallorca Romana: Passa a Passa. Ed. Miquel Font (2006). Palma.
*TARONJA, S. (8 DE ENERO DE 2013). RINCONESOCULTOSDEPALMA.BLOGSPOT.COM.ES. RECUPERADO EL 1 DE FEBRERO DE 2015, DE RINCONESOCULTOSDEPALMA.BLOGSPOT.COM.ES: HTTP://RINCONESOCULTOSDEPALMA.BLOGSPOT.COM
*Weyler, Fernando. 1968. Historia Militar de Mallorca. Ed. Ediciones Ayer. Palma (1968).







lunes, 2 de febrero de 2015

LA ELEGIDA (XIII)


JOANA JOY

LOS TRES CABALLEROS


Después de comer, tío Joan y su buen amigo Musset se quedaron  hablando de sus cosas y disfrutando de una copa de buen cognac francés con el que el antiguo militar había obsequiado al nuevo Hermano Mayor de la Orden.

-Realmente es digna hija de su padre, tienes que reconocerlo –dijo Musset –y es normal que quiera saber.
-Lo sé. Es inteligente, hábil, discreta, prudente, decidida y cómo no, toda una mujer que sabe muy bien lo que quiere.
-Repito, digna hija de su padre. Y, lamento decirte que te conoce demasiado bien, mejor de lo que crees. Te has olvidado de arriesgada, que también lo es.
-Sí, también. Ha dado buena muestra de ello.
-Me pregunto cuánto tardará en querer saber quién es Fernando en realidad, si no lo ha hecho ya.
-No, aún no. Pero cuando lo haga, le diré que debe averiguarlo por sí misma, que es otra prueba más para alcanzar su meta. Cambiando de tema –dijo Joan de Guillart –gracias por la información que me has dado y por éste buen cognac.
-Sabes que siempre estoy a tu disposición.
-Lo sé, y te lo agradezco. A día de hoy, me sigo preguntando ¿por qué no quisiste entrar en la Orden?
-Me conoces bien, mi buen amigo y sabes que no soy hombre de reglas; salvo las mías.

Mientras en la biblioteca, Magda había retomado la lectura del libro… aunque su pensamiento estaba en otro lado  –¿quién era realmente Fernando? Empezaba a dudar de que aquél fuera su verdadero nombre.
-Armand…recuerda el nombre, Armand… -le dijo nuevamente aquella voz dulce –Fernando sólo es el que utiliza dentro de la Orden, pero su verdadero nombre es Armand de Montenegro, descendiente directo por línea paterna y desde tiempos lejanos de la familia del mismo nombre. Él es tu Destino.

-¿Estás bien niña Magda? –le preguntó Musset que acababa del entrar en la biblioteca.
-Sí, mi coronel. Simplemente estaba inmersa en mis pensamientos. ¿Dime, hasta cuándo te quedas?
-Mañana por la tarde salgo para Paris.
-Perfecto entonces. ¿Qué te parece si te invito a cenar?
-Sabes que nunca tengo un No para ti, mi niña Magda.

Ya en el restaurante, Georges Musset no dejaba de observarla, -¿dime, qué ronda por esa cabecita tuya?
-Me conoces bien mi coronel. Hace tiempo que tengo a alguien en el pensamiento y no sólo no puedo dejar de pensar en él, sino que parece que el destino se ha empeñado en que lo vea cuando menos me lo espero y en los lugares más insospechados.
-¿Puedo saber su nombre? –preguntó Musset sabiendo perfectamente cuál sería su respuesta.
-Fernando, se llama Fernando. Aunque empiezo a dudar de que ése sea su verdadero nombre.
-Mi querida niña Magda, su nombre es Armand de Montenegro, descendiente de uno de los tres Caballeros que en su día y entre ellos, hicieron un juramento de Lealtad.
-¿Tres Caballeros, dices? ¿Quiénes eran esos tres Caballeros? Y por favor, no me digas que ahora no es el momento para decírmelo.
-Uno de ellos era Joan de Guillart, otro y como ya te he comentado, fue el padre de Armand y el tercero, tu querido y siempre estimado padre.
Magda se quedó sin palabras, no sabía que decir, sólo recordaba las palabras que pocos minutos antes le había dicho aquella dulce voz -¿me estás diciendo qué todo tiene conexión?
-En la Orden lo tienen todo atado y bien atado, no lo olvides. Sólo Joan de Guillart decidió permanecer soltero y ofrecer  por entero su vida y todos sus conocimientos a la Orden.
-Entonces, ¿Fernando sabe perfectamente quién soy yo?
-Sí. Desde aquella mañana en la cafetería de Plaza España, tío Joan lo mandó para que tuviera un primer acercamiento contigo. También en Escocia, aunque en aquella ocasión fue diferente, no sólo te siguió durante todo el viaje, sino que también te protegió.
-¿Protegerme, dices? ¡Me valgo por mi misma y no necesito a nadie que me siga, y mucho menos que me proteja! ¡Y lo sabes!
-Algún día lo entenderás todo Mi Señora. –le dijo Musset mirándola con dulzura. –por cierto, enhorabuena por tu hazaña durante el Capitulo, sólo el nuevo Hermano Mayor fue capaz de reconocerte. Ni siquiera Fernando reconoció tus bellas manos. Fue un fallo por parte de él.
-O simplemente, no era el momento. ¿No crees?
-Exacto mi querida Señora. Veo que no se te pasa ni una.

Después de cenar, fueron caminando tranquilamente hasta el coche de ella. La noche era fría, pero no el corazón de Magda. Ansiaba volver a verle…
-Niña Magda, no pienses tanto. Volverás a verle, pero él no debe saber que tú conoces su verdadera identidad. ¿Entiendes?
-Perfectamente mi coronel. Dime ¿por qué me estás diciendo todo esto? Soy consciente de que debía averiguarlo por mí misma.
-Sí, así es. Pero después de la conversación mantenida con tu tío, decidí que debía y estaba en la obligación… mi obligación de decírtelo. Y vuelvo a repetirte, él nunca debe saber qué tú conoces su verdadera identidad. No, hasta que llegue el momento. Y por supuesto, tampoco debes decirle a tu tío que hemos mantenido esta conversación. Me mataría si supiera que te lo he dicho.
-¿Matarte? ¿Tío Joan? No creo. Eso sí, enfadarse sí. Y mucho. Doy fe de ello -después del comentario de Magda , los dos se echaron a reir.

Ya en su habitación del convento y después de darse un baño relajante, recordó toda la conversación mantenida con su buen amigo el coronel Musset. Todo lo dicho por él, más la información que ella misma se encargaría de buscar y obtener, confirmarían muchas de sus dudas. Pero ahora, sólo deseaba relajarse y esperar a que Morfeo fuera a su encuentro y la condujera al país de los sueños