domingo, 15 de junio de 2014

LA ELEGIDA (III)

Juana María Hernández Joy

ARMAND DE MONTENEGRO


El recuerdo vagaba nuevamente por su corazón y su pensamiento…“¿Dónde se encontraría ahora? ¿Qué estaría haciendo? ¿Miraría la luna llena a través de la ventana, igual que lo estaba haciendo ella en ese momento?”

Tantos sueños e ilusiones que creía ya olvidados, volvían a recobrar vida en su mente. Ya habían pasado más de veinticinco años desde la primera vez que Michel, otro de sus maestros le habló de él: “Armand es su nombre, lo reconocerás por su vestimenta, ya que siempre va de blanco. Es hombre de cabellos rubios, grandes ojos negros y penetrante mirada y nunca pasa desapercibido, ya que su estatura es de un metro noventa; bueno, sólo pasa desapercibido cuando la situación lo requiere…” Dijo Michel mirando hacia otro lado como no dando importancia a este último comentario sobre Armand.
Castell del Temple de Palma
(Foto: Archivo Joana Joy)

-“¿Quién es Michel?”
-“Tu Destino
-“¿Mi destino, dices? Dime quién es realmente él, y cuándo lo conoceré”
-“No seas impaciente niña Magda, déjame que te cuente algo que sé que te va a interesar y después, contestaré a tu pregunta, ¿te parece bien?”
Magda asintió con un leve movimiento de cabeza, sabía que no le quedaba otra opción; Michel no era hombre de muchas palabras y al igual que su tío Joan, tampoco le gustaba repetir las cosas. Así que, guardaría silencio y escucharía muy atentamente todo lo que le tenía que decir.

-“Empezaré diciéndote de nuevo su nombre, se llama Armand, y es descendiente directo por línea paterna de los Montenegro, familia ligada a la Orden desde tiempos antiguos. Después de la muerte de su padre, él entró a formar parte de la misma, iniciando así su Aprendizaje cuando tan sólo contaba nueve años de edad. Al igual que tú, él también tuvo que pasar por duras pruebas, superándolas todas. Dentro de su aprendizaje estaba el controlar la mente para así poder controlar el cuerpo, en este punto niña Magda, tú lo pasaste peor que Armand, ya que él estaba avisado de lo que le sucedería mientras no tuviera ese control sobre sí mismo.” 

En ese momento Magda recordó lo mal que lo pasaba cuando sin motivo aparente le daban náuseas y ganas de vomitar; más de una vez acabó en urgencias y después de hacerle las pruebas pertinentes… el médico de turno le decía: “señorita, lo que usted ha tenido ha sido una simple bajada de defensas, le recomiendo un par de días de descanso y reposo en casa.” Y eso era todo, aun así, las náuseas y vómitos siguieron repitiéndose; hasta que un día supo el motivo y lo entendió todo… Sus Maestros… ellos mismos eran los que provocaban esos vómitos, lo hacían siempre que necesitaban o querían transmitirle conocimientos e información, a la vez que obtenerla de ella. Hoy día todo aquello ya estaba más que superado; ya era capaz de controlar eso y muchos más conocimientos que había estado adquiriendo desde entonces. Ellos mismos también fueron los que le hicieron el Círculo de Protección, el cual no le evitaría caer, pero si la ayudaría a levantarse y seguir adelante. Estaba protegida y lo sabía. Una vez, una desconocida al verla, le dijo: “Mira, no sé quién eres, pero debes ser alguien muy importante, ya que tienes a todos los de Arriba pendientes de ti y protegiéndote.”

-“No digas tonterías” contestó Magda, aun sabiendo que lo que le estaba diciendo aquella desconocida, era verdad.
-“Di lo que quieras, pero es así.” Dijo la mujer con tono serio y mirada fija en ella.
-“¿Magda, niña Magda, me estás escuchando lo que te estoy diciendo?
-“Perdona Michel, me despisté por un momento, no volverá pasar. Sigue, ¿qué me estabas diciendo? Me hablabas de Armand de Montenegro, continua, por favor.

Michel sabía perfectamente lo que le había sucedido en esos pocos minutos en los que la vio pensativa, pero no le diría nada y continuó hablando
-“Como te decía niña Magda, tú debiste aprender todo sola, bueno, casi todo, ya que aún te queda mucho más por saber. Y nunca olvides una cosa muy importante…
- QUIENES HABLAN, NO SABEN;
Y QUIENES REALMENTE SABEN, NUNCA HABLAN- ”
-“Lo sé Michel, como también sé que todo sucederá o pasará CUANDO LLEGUE EL MOMENTO, ¿no es así?”
-“SÍ, exacto niña Magda.” Contestó.
-“¿Dime, cuando veré personalmente a mi destino?”
-“No seas impaciente, como tú bien has dicho, CUANDO LLEGUE EL MOMENTO. Y no puedo decirte nada más. Sólo que aún tiene que pasar muchos años antes de que os volváis a reencontrar.”
(Foto: Archivo Joana Joy)
-“¿Reencontrar, dices? Explícate…
-“Ya en otras vidas os habéis cruzado, incluso conocido, hablado y hasta estado juntos. En cada ocasión y nada más veros, estallaba el amor y la pasión entre vosotros. En uno de vuestros encuentros ocurrido alrededor del año 1245, tú fuiste abadesa de un convento en Toulouse al cual llegaste buscando refugio y él, legado papal bajo la protección de un dominico llamado Doménico, quien lo acogió tras fallecer sus padres siendo aún un niño, dándole estudios y posición. En aquél entonces vuestros nombres eran Luc y MarieDoménico sabía de vuestro amor y por eso mandó a Luc a que te interrogara y sacara toda la información posible antes de mandarte a la hoguera; toda la fortaleza que demostrabas en los interrogatorios a pesar de tu débil estado de salud en aquellos últimos momentos, hacían de Luc un hombre indefenso ante tu persona. Sólo minutos antes de verte en la hoguera y ante su sorpresa, supo por boca de su protector que él mismo había dado la orden para que fuera quien te interrogara.
“Y no sólo eso Luc, también mandé matar al hijo que llevaba en su vientre, fruto de vuestro amor; eso fue pocos días antes de que tú empezaras con los interrogatorios.” Le dijo con cierto sarcasmo; Doménico quien demostraba así su poder ante su protegido al cual había estado preparando desde el primer día para que llegara a lo más alto del estamento eclesiástico y no iba a consentir que nada ni nadie obstaculizara su mayor deseo. Por otro lado, Doménico siempre estuvo enamorado de la abuela de Marie y por quien nunca fue correspondido.

-“Te pareces tanto a ella…” Le dijo Doménico a Marie la primera vez que la vio caminando junto a su abuela por la plaza del mercado en Toulouse.
Oyó como su abuela le decía en tono seco, “deja a mi nieta, ni la mires siquiera.” Dicho esto siguieron su camino hacia la casa familiar mientras Doménico le decía: “Acabaré con ella, como lo voy a hacer contigo maldita bruja. Basta con mirarle a los ojos para saber que es digna nieta tuya” Le respondió Doménico con total seguridad en sus palabras.

LA LEYENDA DE LA MARE DE DÉU DEL MONTE TORO

Josep María Osma Bosch                                                                         


                                                                                      Damunt la muntanya santa
                                                                         d´on  s´albiren ses confins,
                                                                         teniu Vós palau de planta,
                                                                         oh! Reina dels serafins!,
                                                                         on per ser Mare divina
                                                                         us venera tot mortal.
                                                                         Moreneta mallorquina…

                                                           Fragmento de un Goig porpular menorquín
                                                                        

        
                                                                    
Uno de los lugares de los 700 km2 que tiene la superficie de Menorca que no tiene que dejar de visitarse, si la nieve no lo impide, es sin ninguna clase de dudas el monte Toro, o el Toro, como es conocido popularmente por los menorquines. Es la montaña más alta de la isla, con una altitud de 358 metros sobre el nivel del mar, y está situado dentro de término municipal de Es Mercadal, en el centro de la isla. En tiempo de la presencia islamita en la isla este monte era conocido con el nombre “al-tor”, es decir, en lengua árabe, “el punto más alto”, aunque hay gente que relaciona su toponímico con la leyenda mariana que acto seguido veremos, y en la que un toro fue uno de los protagonistas.

Según una leyenda, que me fue relatada durante una de mis estancias en la isla, uno de frailes de la Orden de la Merced  que moraba junto a su comunidad  en el predio Podio de Osterno, después rebautizado como Llinàritx, donado,  junto a otros terrenos de Ciutadella, a esa orden religiosa por el rey Alfonso III de Aragón tras la conquista de Menorca a los moros en enero de 1287, vio a través de la única ventana de su diminuta y austera celda una gran llamarada en la cima del monte que nos ocupa en estas líneas, como si fuera salida de una volcán en erupción.

Monte Toro
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Durante las noches siguientes, el fenómeno volvió a repetirse; y fue entonces, cuando el prior del convento, que había sido testigo presencial del suceso, llegó a la conclusión de que se trataba una señal celestial, encabezó, con cruz alzada, una procesión con todos los frailes al monte que nos ocupa en estas líneas.. La orografía del terreno estaba sembrado de obstáculos naturales, circunstancia que hacía que la comitiva religiosa avanzara lentamente. De súbito un enorme toro se les apareció cerrándoles su paso, pero en vez de embestirlos, se inclinó ante la cruz que portaba alzada el prior y los guió en su itinerario. 

Poco antes de alcanzar la cúspide, unas grandes rocas obstucalizaban a los devotos frailes. El bovino, ni corto ni perezoso, las rompió en un sin fin de fragmentos con sus enormes astas, pudiendo seguir el desfile procesional. Desde ese momento, ese lugar es conocido con el toponímico de “Es pas d´es bou” (el paso del toro). Minutos después, y sin ninguna incidencia más, los mercedarios, llenos de fervor, alcanzaron la cima y vieron atónitos que en el lugar donde prendía  la misteriosa llama había una pequeña concavidad y al apagarse el fuego, pudieron extraer de su interior una imagen de María con un Niño Jesús en sus brazos, ambos de color negro. Los frailes, de nuevo en santa procesión, trasladaron el grupo escultórico a su convento, pero al día siguiente desapareció hallándolo de nuevo en el lugar donde descubrieron las santas imágenes, entendieron que era la voluntad de la Mare de Déu de permanecer en lo alto del monte. Tiempo después construyeron una capilla, y desde entonces es el epicentro espiritual católico de Menorca.

La festividad de la Mare de Déu del Toro, patrona de Menorca, se celebra el 8 de mayo  con una romería en la que el obispo de la diócesis bendice los cuatro vientos y los cuatro puntos cardinales. Esta fiesta tiene sus orígenes en la época medieval en la que también eran bendecidos los frutos que daba la tierra, algo parecido a la Cruz de Mayo que se celebra en muchas localidades de la península.

La actual iglesia está construida en 1670 en estilo gótico; presenta una  sola nave y de sencilla cúpula; tiene tres capillas por lado, en una de ellas podemos ver la cueva donde fue hallado el sagrado grupo escultórico y la ánfora donde fue escondido bajo tierra durante la guerra civil española del siglo pasado, cuyo hecho veremos líneas abajo.

Desde que los mercedarios ocuparon el cenobio, y hasta en la actualidad, varias ordenes religiosas han sido que lo han habitado: de 1595 a 1835, los agustinos; de 1835 hasta 1881 por los franciscanos;  más tarde, y hasta el último cuarto del siglo XX, por los ermitaños de Sant Antoni y de Sant Pau; hoy en día, y bajo el regentado del obispado menorquín, con sede en Ciutadella, lo ocupan  las franciscanas de la Misericordia. Las otras dependencias del santuario son ocupadas por una hospedería, y lugar de ejercicios espirituales, una tienda de recuerdos, un restaurante y una sala donde están depositados exvotos. Durante gran parte de la Edad Media, a igual que algunos monasterios mallorquines, este cenobio fue centro d enseñanza de gramática, filosofía y teología.

Nuestra Señora de Monte Toro
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch
Durante la última guerra civil padecida en España (1936-1939), y hasta casi el final de la misma, Menorca  fue territorio republicano; y como en muchos lugares de la geografía española, tanto en los dos bandos contendientes, grupos incontrolados de personas sembraron el terror en la isla, con secuestros, extorsiones, asesinatos y saqueos a establecimientos religiosos, y el monasterio que tratamos en estas líneas  no fue una excepción. Un día de 1936, ya en pleno conflicto, una patrulla de milicianos armados quebrantaron la morada cenobial; tras expoliarlo y destruir el valioso y artístico retablo mayor de la iglesia, dedicado a San Agustín, construido en el año 1617 por el escultor mallorquín Pere Pascual, intentaron decapitar la sagrada imagen de la Mare de Déu del  Monte Toro, patrona de Menorca, acompañada  por su Hijo y a sus pies el toro protagonista del portento. Pero al no poder cumplir su macabro objetivo, la lanzaron a una hoguera. El donat ( santero) del monasterio, Joan Alabat, que en primera instancia fue apresado, en un despiste de los asaltantes, pudo liberarse y conseguir salvar de las llamas al grupo escultórico de madera y esconderlo dentro de una ánfora bajo tierra hasta finalizar la guerra en un lloc ( predio) seguro.

En el patio, cerca de un pozo, vemos un grupo escultórico de bronce que representa al Pare Pere Camps y, natural de Es Mercadal, varios menorquines más, que en el año 1768, a iniciativa del médico escocés Andrew Turbull, y ante la miseria que imperaba en la isla, emigraron a la Florida, fundado la ciudad de New Smyrrna, pasando después a la de San Agustín; de una de esas familias descendía David Glasgow Farragut, originariamente Ferragut, que llegó a ser el primer almirante de Estados Unidos de América. En el exterior hay ubicados dos monumentos: un Sagrado Corazón, en cuya base hay una lápida con los nombres y apellidos de los soldados menorquines muertos en la guerra de África en la tercera década del siglo XX; el otro está dedicado a los menorquines que en la primera mitad del siglo XIX se asentaron en Argelia, y cuyos descendiente conservan las tradiciones de la isla de Menorca. Junto a los muros, hay una torre de defensa construida sobre una atalaya en 1558,  en la actualidad es un puesto de transmisiones del Ejército.

martes, 10 de junio de 2014

LA ELEGIDA (II)

Juana María Hernández Joy

SIMÓN DE MONTFORT Y SU CRUZADA


Desde el descubrimiento hecho días atrás sobre su ascendencia cátara, su cabeza no había dejado de dar vueltas preguntándose: “¿quiénes fueron realmente los Cátaros?”
Lo que tenía claro es que tendría que averiguarlo por sí misma, como bien decía siempre su tío Joan “Es parte de tu aprendizaje, así que… busca y encontrarás”.
Aún no eran las seis de la mañana, cuando ya estaba en la cocina esperando a que Bernat, el hermano cocinero de la Orden, le terminara de preparar el desayuno, compuesto de pan tostado con mantequilla, zumo de naranja natural y un descafeinado con leche, también natural.
-“Aquí tienes mi querida niña, espero que esté todo de tu agrado”.
Simón de Montfort
(Foto Archivo Joana Joy)
-“!Gracias Bernat, está todo riquísimo, como siempre! Por cierto, si ves al señor de Guillart, le dices que estaré todo el día metida en la biblioteca, no pienso salir para nada. Bueno… haré una excepción, ¡y sólo cuando mi estómago me anuncie que es la hora de comer y la olor de tus guisos me traigan de nuevo hasta aquí!”

Dicho esto, Magda salió de la cocina camino de la biblioteca, y durante el trayecto se preguntaba “¿por dónde iba a empezar a buscar…? El manuscrito hablaba de Carcassonne, y de un tal Simón de Monfort… Sí, empezaría a buscar por allí”.
Estando ya en la biblioteca, se dirigió a su rincón favorito donde había un antiguo escritorio de madera, el cual había pertenecido a su padre y donde guardado bajo llave tenía un pergamino escrito en latín por él. Al verlo, recordó lo mal que se le daba esa lengua…

-“Mi querida niña Magda, algún día sabrás su significado, y entonces conocerás parte de la verdad, TU VERDAD”. Le dijo su tío Joan, quien estaba sentado en un cómodo sillón de piel, revisando unos documentos, cuando ella entró en la estancia.
-“¿Cómo lo haces? Nunca te oigo llegar, y cuando estás, nunca te veo, salvo que me digas algo como has hecho ahora, en este mismo momento” le dijo algo molesta.
-“Sabes que no puedo… ahora debo salir” Dicho esto, se levantó y con paso firme se dirigió hacia la puerta, desde donde con un leve movimiento de cabeza se despidió de su sobrina.

Magda volvió a sumergirse en sus libros y en su búsqueda…
El 21 de julio de 1209 los cruzados se apostaron delante de Béziers; Simón de Montfort al frente del ejército cruzado atacó la ciudad y exterminó a una parte de la población sin tener en cuenta su filiación religiosa y pronunciando, según la crónica que escribió Cesáreo de Heisterbach más de 50 años después de los hechos, la frase…
(Foto Archivo Joana Joy)
“!Mátadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos!
Atribuida a Arnaldo Amalrico, quien fuera legado papal, inquisidor y ferviente enemigo de los albigenses.”
Esta primera matanza de personas, entre 7.000 y 8.000, tuvo lugar principalmente en la iglesia de la Madeleine
“!Qué casualidad en la iglesia de la Madeleine! ¿Y qué pretendían o querían demostrar los cruzados con ello?” Se preguntó Magda. También quiso la “casualidad” que en ese mismo año de 1209 naciera Marie Magdelene D´Ortells…, ya lo averiguaría. Ahora debía seguir leyendo.

Los cruzados llegaron a Carcasona el 1 de agosto de 1209. Pedro II de Aragón cabalgó hasta la ciudad solicitando condiciones de paz aceptables para su sobrino Ramón Roger Trencavel. El Abad cisterciense de Cîteaux, Arnaud Amaury, también allí presente, exigió a su vez sus condiciones: sólo autorizar a Ramón Roger y doce acompañantes el abandonar la ciudad. Condiciones inaceptables para el joven Trencavel, el cual sería conducido a las mazmorras y encarcelado en la que había sido su propia fortaleza, muriendo una vez tomada la Cité, el 10 de noviembre de ese mismo año; contaba con tan sólo 24 años de edad. Simón de Montfort sería nombrado nuevo vizconde de Béziers, Albi y Carcasona y reforzado en su puesto de jefe de los cruzados, Montfort emprende a continuación la conquista de la región del Rasez. Montréal, Preixan, Fanjeaux, Montlaur, Bram van cayendo sistemáticamente a su paso. A finales de 1210, Montfort controla el este del Languedoc y es nombrado vizconde del Rasez.

El 3 de mayo de 1211 sus tropas entran en la ciudad de Lavaur desatando una feroz represión. El señor Aymeri de Montréal y ochenta de sus caballeros son ahorcados, su hermana Guiraude embarazada, es lapidada en el fondo de un pozo y cuatrocientos cátaros quemados vivos…
25 de junio de 1218… Simón de Montfort encontraría la muerte en Beaucaire, ésta provocada por una piedra de catapulta lanzada por unas mujeres desde la ciudad, las cuales aciertan a dar en el general enemigo y lo matan. “Vaya muerte más estúpida para alguien como Simón de Montfort.” Pensó…
(Foto: Archivo Joana Joy)

Su hijo, Amaury VI de Montfort, le sucede, pero no tenía el genio militar de su padre y es derrotado sucesivamente. Por otra parte, Raimundo VII (su padre muere ese mismo año) se une a Roger-Bernard y recupera sucesivamente Montréal, Fanjeaux
Había decidido no leer más, ya tenía la información que necesitaba en ese momento…
Recordó que siete años atrás, cuando fue por primera vez a el Languedoc, no sólo se impregnó de todo el pasado vivido y sufrido en Carcassonne-como le gustaba decir- también recorrió otros lugares importantes y muy significativos en la época de la Cruzada contra los Albigenses, como era Montréal, con su iglesia, que nada más entrar en su interior la transportó a aquel tiempo vivido… Y Fanjeaux… y Bram… Y como no, Carcassonne

Días antes de su partida, su tío Joan la puso a prueba diciéndole: “Cuando estés allí, nada de ir vestida de negro, tampoco colgantes con forma de rosa, ni nada que te identifique, no hagas compras ni tonterías que te delaten. No deben de saber que vas. ¿Entendido?”
“Sí. Me ha quedado claro. Seré una turista más, de ésas que nunca se enteran de nada.” Recordó Magda a quien como siempre, hizo caso. Aun así, su falda larga de color blanco, su top rojo con lunares blancos, sus manoletinas a juego con el mismo y su bolso rojo no evitaron que la reconocieran y así se lo hicieron saber nada más llegar a la Citè. Hoy era consciente de que aquél viaje fue una prueba más de tantas por las que ya había pasado.
Empezaba a caer la noche en aquél bello lugar… donde siempre iba cada vez que buscaba refugio y paz…

lunes, 9 de junio de 2014

LA NAVETA DES TUDONS

Josep María Osma Bosch


Cámara des Tudons
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Ciutadella de Menorca, la urbe fundada por los cartagineses en el siglo VII a.C. a la que dieron por nombre Jamma, siendo más tarde, en 123 a. C, el Municipicium Flavium Iamontanum romana, y rebautizad en el año 903 con la dominación árabe como Madîna Al-Jazeera, y finalmente convertida en cristiana por la conquista en 1287 por los aragoneses, y por supuesto, sus improntas dejadas durante sus épocas de presencia británica y francesa, una ciudad donde en cada calle, en cada esquina, en cada plaza, están cargadas de historias y de leyendas, y de hermosos, históricos, románticos y legendarios lugares, y por supuesto, sin olvidarme de sus afueras :los pórticos de Ses Voltes; el majestuoso Molí d´es Comte; Es Born, con su casal neoclásico de los Torre Saura, y sa piràmide, obelisco que recuerda un 9 de julio de 1588, cuando los ciutadellencs y ciutadellenques, tras una resistencia infrahumana, sucumbieron al ataque de piratas otomanos, para saber más de ese hecho trágico histórico, ver, este Blog, mi artículo El saqueo de Ciutadella de Menorca del año 1558,  publicado el martes, 8 de abril de este presente año;  la Catedral , empezada a construir en el siglo XIII; los jardines del castillo de Sant Nicolau, donde se halla la esfinge de medio cuerpo de David Glasgow Farragut (1801-1870), un oriundo de esa ciudad que llegó a ser el primer almirante de la Armada Naval de los Estados Unidos de América; sus fiestas de Sant Joan con sus jaleos de caballerías acompañados con la indispensable pomada, es decir, el gin de la tierra con limonada natural exprimida con sabrosos limones de la comarca; los llocs, las casas payesas con sus barraques piramidales pétreas usadas antaño para guardar el ganado y aperos del campo; su puerto, asemejado a un canal  veneciano, con sus características rissagues, o sea se, sus subidas y bajadas de mar y con los embates fuertes de los vientos de Tramuntana y Mestral; las innumerables construcciones megalíticas, como la Naveta d´es Tudons, y de la cual, si se me permite, acto seguido daré su descripción como de una leyenda que, según dicen los nativos del lugar, allí tuvo lugar en tiempos en que los gigantes habitaban nuestra isla hermana y que guardan relación con la piedra que falta en la parte superior del frontal de ese emblemático monumento. 

Este monumento prehistórico, que su nombre, naveta, nos hace recordar una nave invertida, es uno de los más de un millar y medio esparcidos por el suelo menorquín, el mejor conservado, y quizás el más visitado, está situado a cinco kilómetros de Ciutadella, a la parte derecha de la carretera Me-1, en dirección a Maó. Es una construcción de tipo funerario, cuya fábrica se realizó sin ningún tipo de material de argamasa, con grandes bloques de piedras adosadas una a otra. En la excavaciones practicadas en el año 1975, se hallaron  los restos de un centenar de individuos con un sinfín de ajuares compuestos por botones de hueso y cerámicos, joyas de bronce, cerámica, catalogándose por el carbono -14 como una necrópolis colectiva, utilizada entre 1200 y 750 a. C.; seguramente fue elegido como necrópolis de los vecinos poblados talayóticos de Torretrencada y Torrellafuda. Sus medidas son 13, 6 metros de longitud por 6, 4 de amplitud. Su acceso, hoy acotado por una barrera, es por un pasillo adenelado con obertura hacía el oeste y con ábside en la parte posterior. En el interior hay dos cámaras, una superpuesta a la otra, entre las que hay bloques de losas adosadas.

Naveta des Tudons
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Hace cientos de miles de años, cuando Menorca estaba habitada por seres gigantes, dos de ellos, hermanos, discutían, con sana competencia y hermandad, por ganarse el amor de una joven, y la situación se agrava al no decantarse por ninguno ellos. Los dos gigantes decidieron construir algo grandioso, y el ganador, el que terminara antes, sería el que pasaría el resto de sus vidas con la muchacha, la cual asintió la idea: uno de ellos edificaría, con grandes piedras una nave invertida, mientras el otro excavaría un pozo acuífero. Pasaba el tiempo y las respectivas obras iban progresando, hasta que un día, el encargado de edificar la naveta, feliz y contento de sólo quedarle una piedra, la cual llevaba entre sus manos, para finalizar su cometido, se acercó al pozo para transmitir a su hermano que él era el ganador; pero, en ese preciso instante, el que estaba excavando el pozo, exclamo: “mira, he hallado agua“. Ni que decir tiene que el constructor de la naveta, lleno de ira, descargó el bloque pétreo sobre la cabeza de su hermano, haciendo que cayese hasta el fondo del pozo, pozo que se conoce como  excavado Pou de sa Barrina o de Ses Angoixes,  produciéndole la muerte instantánea.

De la suerte que corrió posteriormente el agresor, hay dos versiones: una cuenta que de él nunca más se supo; la otra, versión es que  se suicidó. En cuanto a la joven, se dice que murió de pena al saber la fatal desgracia. Ya sabemos el motivo por el cual a este monumento funerario le falta un bloque de piedra, e invito a los seguidores y seguidoras de este Blog, si en alguna ocasión lo visitan, intenten hallarla, bien sea en ese pozo cercano o por sus alrededores, yo lo he hecho cada vez que mis pies han pisado el lugar, pero hasta el momento la búsqueda ha sido negativa.

La naveta, también llamada navetiforme, tenía usos diferentes en Mallorca y Menorca. En Menorca, como hemos visto, estos hipogeos eran de tipo funerario; además de la del Tudons, en esa isla podemos hallar otras, aunque no tan bien conservadas y de menor tamaño, como son la occidental y oriental de Biniac- L´Argentina (Alaior), Torralbet (Ciutadella), las dos del predio de Rafal Rubí (Alaior), Son Mercer de Baix (Ciutadella). En Mallorca se usaban para habitación, es decir, de vivienda, las más conocidas, son el grupo de tres de Es Rafal (Palma), la llamada de Alemany (Calvía), la de Closos de Can Gaià (Portocolom).