domingo, 31 de agosto de 2014

LA ELEGIDA (VIII)

Juana María Hernández Joy

ROGER DE BLANCHEFORT


-“El taxi nos está esperando, ¿vamos?” Le dijo Musset a Magda.

Pocos días después de su llegada al monasterio, el Coronel Musset emprendía viaje nuevamente, esta vez su destino era Barcelona; Magda había decidido acompañarle, deseaba volver a Carcassonne para hacer algo que había dejado pendiente la última vez que estuvo allí y que su tío Joan le reprochó que no hiciera. Debía de acudir al cementerio y visitar la tumba de Marie Magdalene D´Ortells, sabía que llegado el momento de ir, y ella misma le enseñaría el camino.

(Foto: Archivo Joana Joy)
Ya en el avión, Musset llevaba rato observándola y se preguntaba que le estaría pasando en ese momento por la cabecita a su niña Magda.
-“¿Estás bien, mi niña?”
-“Sí, mi coronel.” Le contestó mientras ésta observaba las nubes a través de la ventanilla del avión.
-“Te acompañaría hasta Carcassonne, pero debo atender unos asuntos personales de vital importancia para mí; no obstante, sé quién podría ir contigo hasta allí y no tengo duda que cuando se lo diga, estará encantado de hacerlo.”
-“¿Cómo dice usted Teniente Coronel Georges Musset? ¡Sabe perfectamente que no necesito a nadie, que me valgo por mí misma!”
-“¡Ja ja ja ja ja! Sabía que saltarías. Ya lo sé Magda, te conozco muy bien y por eso te lo he dicho.”
-“Te repito, no necesito a nadie, sé valerme sola. Además, necesito hacer este viaje sin acompañantes... Debo de cumplir con algo que dejé pendiente la última vez que estuve allí.” Le dijo Magda, ya con un tono más sosegado.
-“De acuerdo, pero al menos déjame que te lo presente. Esta noche cenaremos con él.” Le dijo Musset, sin darle opción a una negativa.
-“Bien. Pero que sepas qué a Carcassonne, voy sola.”

Había llegado el momento de tener que arreglarse para la cena y no sabía qué se debía poner. Sólo era una cena de compromiso, de quedar bien, al menos por parte de ella. Aun así, no quería dejar mal al coronel Musset presentándose en vaqueros y una camiseta. Aunque también reconocía que el sitio donde iban a ir a cenar, era uno de los mejores restaurantes de la capital barcelonesa, el cual estaba situado en plena zona residencial del barrio de Pedralbes. Así que, se arreglaría de acorde para la ocasión y como a ella le gustaba vestir, pantalón negro y top de tirantes del mismo color y como no, sus siempre zapatos de tacón alto a juego. Sin olvidar sus labios de rojo carmín que tanto le gustaba lucir.
Nada más salir del taxi que los había llevado a Musset y a ella hasta el restaurante, vio de frente a un hombre que los miraba con una gran sonrisa.

-“¡Bonsoir mi querido amigo Roger! ¿Cómo estás? ¡Gracias por venir! Aquí te presento a Magda, ella es sobrina de Joan de Guillart y por consiguiente conocedora de muchos de los temas que te interesan. Aunque no de tantos como ella quisiera.
Mientras Musset la presentaba a su amigo, ella no pudo evitar echarle una mirada de arriba abajo. Roger había acudido a la cena vestido con unas bermudas vaqueras, una camisa negra de marca y zapatos de piel negros, de marca también.

-“Encantado Magda, es todo un placer conocerte.”
-“Igualmente Roger.” Le dijo cortésmente Magda.
Durante la cena estuvieron hablando de varios temas entre ellos, el viaje que iba a hacer Magda a Carcassonne. No hizo falta que Musset dijera nada, Roger ya se adelantó.
 -“Sería un placer acompañarte y enseñarte rincones y sitios que posiblemente aún no conozcas. Además, allí tengo una casita a la cual estás invitada. Bueno, no sé si ya reservaste hotel…”
-“No, pensaba hacerlo nada más llegar allí.”
-“Entonces, no hay nada más que hablar, te hospedarás en mi casa, y serás mi invitada de honor durante los días que decidas quedarte.”
-“Gracias por el ofrecimiento, pero no puedo aceptar.”
-“Debes aceptar mi niña Magda, Roger es todo un caballero, estarás en buenas manos.” Le dijo Musset.

(Foto: Archivo Joana Joy)
Roger de  Blanchefort, era descendiente de una de las más antiguas familias de barones del mismo nombre, cuyo título se remontaba a la edad media y que ostentaba actualmente su padre. Era todo un caballero, Georges Musset le conocía bien; reconocido y respetado investigador en todos los temas relacionados con el Temple y el Priorato, era además, editor de varias revistas sobre temas históricos y un excelente escritor. Era hombre de una serena belleza mediterránea, alto, moreno y con unos ojos de mirada penetrante que se dejaban ver perfectamente a través de sus gafas de concha negra, dándole así un aspecto mucho más interesante. Sin dejar pasar por alto, su halo de misterio el cual contribuía a todo ello.

-“Ya estamos en casa, ven, ten enseñaré donde está tu habitación y no olvides de que estás en tu casa, cualquier cosa que necesites, sólo tienes que pedírmela. ¿Qué te parece si cuando estés lista damos una vuelta por la Citè y después cenamos en uno de los restaurantes que hay en la plaza? Ahora en verano siempre hay música por las noches. Pienso que te gustará. Y de paso hablamos de los planes que tienes para mañana” Le dijo Roger mientras dejaba la maleta de Magda sobre la cama.
-“Sí, gracias. Por mí, perfecto.”
La noche era perfecta, había luna llena y el cielo estaba despejado, se podían ver las estrellas con toda claridad. Mientras paseaban, Magda recordó la primera vez que estuvo allí y como le gustó escuchar la canción de Edith Piaf, “La Vie Rose…” Y justo en ese momento, esa bella melodía que tan buenos recuerdos le traía, empezó a sonar de nuevo.
-“¿Bailamos?” Le dijo Roger cogiéndola inesperadamente de la mano y llevándola hacia una pequeña pista habilitada para ello.

Magda no tuvo tiempo de reaccionar, cuando se quiso dar cuenta, ya estaba bailando con él. Nada más terminar la pieza, le dijo: “Gracias Magda, ha sido un placer bailar contigo. ¿Vamos a cenar?”
-“Sí, vamos.”
Ya en el restaurante, Magda dijo: “Me vas a perdonar, pero esta noche no tengo mucho apetito, sólo tomaré una omelette con un poco de ensalada.”
-“¿Estás nerviosa por la visita que vas a hacer mañana, verdad?”
Al oír la pregunta de labios del futuro barón de Blanchefort, se preguntó a sí misma: “¿Por qué ya no me extraña cuando me hacen este tipo de preguntas y más alguien que conozco hace tan sólo dos días?”
No iba a responder a ésa pregunta, a su vez, ella le haría otra…
-“¿Dime, quién eres?”
-“Soy Caballero de una de las órdenes más antiguas que existen. Aparte de ser una persona la cual te puede ayudar a encontrar lo que has venido a buscar.”
-“¿Sabes Roger? Carcassonne me encanta, soy una enamorada de este bellísimo lugar y agradezco tu ofrecimiento, pero mañana debo acudir sola.”
-“Como quieras, pero no te aconsejo que lo hagas, es mejor que vayas con alguien que conozca bien el terreno por donde vas a pisar.”
-“Presiento que no me vas a dejar ir si tú no vienes también.”
-“Exacto querida niña Magda.” Le dijo Roger mirándola fijamente a los ojos.

A la mañana siguiente, Roger ya la estaba esperando, cuando Magda le vio no pudo evitar sonreír levemente. Igual que la primera vez que se vieron, él llevaba sus emblemáticas bermudas vaqueras combinadas en esta ocasión con un polo de marca color granate.
-“¿Qué, no voy bien?”
-“Sí, sí, sí, vas perfecto. Me encanta tu estilo sport. ¿Vamos?”
-“Por supuesto, después de ti. Siempre después de ti niña Magda.”

(Foto: Archivo Joana Joy)
Ya en el cementerio, Magda empezó a recorrerlo lentamente buscando algo, una señal, que la llevara hasta Marie Magdalene… De repente una voz dulce empezó a hablarle: “Ven, estoy aquí, por fin has venido.” La misma provenía de una tumba la cual estaba en un paraje apartado del mismo cementerio, al acercarse y encontrarse ante ella, la voz siguió hablándole: “Gracias por venir, te estaba esperando, ha llegado el momento de decirte que tienes a gente tanto de aquí arriba, como de allí abajo que te siguen y te vigilan.”
-“Pero, ¿con que fin, si yo no soy nadie?” Contestó Magda al oír aquellas palabras.
-“Buscan y quieren  tu Conocimiento. Por el momento, sigue como hasta ahora, lo estás haciendo muy bien. Y nunca bajes la guardia. No puedo decirte nada más, ahora no. Te quiero niña Magda. Ahora debo irme. Nunca olvides mis palabras.”
-“No lo haré. Gracias. Sé de tu historia por tío Joan…”
-“Eso ya pasó, ahora debes de centrarte en ti. Debo irme.”

-“Magda, ¿estás bien?” Le dijo Roger al ver como rompía a llorar y quien había estado en todo momento pendiente de ella.
-“Sí Roger, estoy bien. Sólo emocionada. Gracias por venir, tenías razón, no debía venir sola hasta aquí.”
-“Bueno, ¿y ahora qué te parece si regresamos a casa y te preparo una de mis especialidades culinarias? No sólo el escribir es un arte, también lo es el cocinar. ¿Qué me dices?”
-“Me parece perfecto.” Contestó Magda, a la que Roger ya había conseguido sacar una de sus bellas sonrisas.
-“Vamos entonces.”





lunes, 25 de agosto de 2014

EL CASTILLO DE SANTUERI (FELANITX)

Josep María Osma Bosch

Felanitx es un municipio, con título de Ciudad concedido en 1886 por la Reina Regente María Cristina (1806-1878), situado al sudeste de Mallorca. Su etimología proviene del vocablo en latín fenalicius, es decir, el lugar donde se elabora mucho heno. Se tiene constancia de que hubo presencia humana hace ya 2000 años a.C. por sus  yacimientos talayóticos de los poblados de Es Rosell y Es Velar de Son Herevet, y las navetas de habitación de Ca´n Gaià y de Son Mayol. De época de la dominación romana, únicamente quedan pocos vestigios en el castillo de Santueri. Cuando el Islam era dueño de la isla, Mayûrqa, Felanitx, entonces era la alquería Canalitx, que contó con una mezquita; también Santueri fue ocupado por los árabes. Ya en tiempos de la post conquista de Jaume I (1208-1276), esta zona le tocó en el reparto al magnate Nunyo Sanç, conde del Rosselló y de la Cerdanya (1185-1242). En 1300, Jaume II de Mallorca (1243-1311) otorgó a Felanitx su carta fundacional.

Castillo de Santueri. Grabado anónimo del siglo XIX.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Esta localidad, que en estos días de finales del mes de agosto está celebrando su Setmana Gran dedicada a San Agustín de Hipona (354-430), aunque la verdadera patrona de la localidad sea realmente Santa Margarita. Estas fiestas veraniegas, que cada año van cargadas de polémica con la consiguiente alteración del orden público, tienen su origen el siglo XV cuando eran organizadas por los frailes agustinos que poseían una casa conventual en la localidad hasta su exclaustración en 1835 por la Ley de Demortización de Juan Álvarez Mendizábal (1790-1853); medio siglo después, el ayuntamiento se hizo cargo de la organización festiva y lo continua haciendo en la actualidad.

En lo que abarca todo su término municipal, cuya extensión es de 171, 67 km2, y habitantes censados 19.000h, es conocido por diversos motivos: por su majestuoso santuario de Sant Salvador;  por tener la plaza de toros más antigua de Mallorca, construida en 1914; por ser nacidos en él Guillem Timoner Obrador (1926-), seis veces Campeón del Mundo de ciclismo en pista de medio fondo tras moto; Guillem Sagrera (¿1380?-1456), constructor de innumerables obras góticas como Sa Llonja de Palma y el Castel Nuovo de Nápoles, y el artista plástico Miquel Barceló Artigues ( 1957-); por sus exquisitos vinos y patés; por el desgraciado suceso ocurrido el Domingo de Ramos, 31 de marzo de 1844 al celebrarse un Vía Crucis, se desplomó un terraplén causando 414 victimas mortales e innumerables heridos (ver mi artículo en este Blog Trágico Domingo de Ramos en Felanitx, martes, 15 de abril de 2014 ); por Porto Colom, su hermoso puerto; por sus románticas y apacibles calas de arena fina y aguas cálidas; y por tener uno de los tres castillos roqueros que hay en Mallorca, el de Santueri, lugar donde hipotéticamente fue concebido, por los amores de Carlos de Trastámara y Évreux , Príncipe de Viana (1421-1461) con la payesa Margalida Colom, uno de los personajes más importantes de la historia universal, Cristóbal Colón; fortaleza, que tras permanecer  algo más de una década cerrada y haberle practicado un somero trabajo de restauración ha sido  abierta de nuevo hace poco para que la podamos visitar y desde sus torres y almenas  contemplar una de las vistas más hermosas y románticas de Mallorca.

Está fortaleza, a 5 Km. del núcleo urbano, de forma estrategica, se halla edificada sobre lo alto de un monte de 408 metros de altura sobre el nivel del mar, estando rodeada de escabrosos acantilados, y desde en todo su alto se domina gran parte del sureste de la isla: Porto Colom, Calas de Mallorca, Sa Rapita, e incluso la isla de Cabrera.

Su fábrica que podemos ver hoy en día, es producto de una reconstrucción realizada en el año 1316 sustituyendo a la construcción de la época musulmana. Tiene un planta de forma de triangulo y está defendido por varias torres cuadradas albarranas, a excepción de la del homenaje que es circular. Su perímetro es 1.103 m2 y una superficie de 7.103 m2. Su entrada es  mediante dos arcos de medio punto, ambos están separados por un palmo y medio y eran usados en defensa a modo de matacán. En su interior se observan restos de lo que fueron sus dependencias. La última reforma documentada  fue realizada en 1552. También quedan vestigios de dos aljibes, un molino y la capilla, que documentalmente se sabe que estaba dedicada a San Bernardo.

En 1231, resistieron hasta su rendición los almohades huidos de Madîna Mayûrqa dos años antes, ante el asalto de las tropas feudales del rey Jaume I, el castillo pasó a ser propiedad del conde Nunyo Sanç, pariente del monarca aragonés. Algo más de un siglo después, también estuvieron defendiéndolo los partidarios del rey Jaume III de Mallorca (1315-1349) ante el ejército invasor de Pere IV de Aragón (1319-1387). Entre los años 1521 y 1523, durante las Germanías, fue asilo de los mascarats. o sea, los partidarios de Carlos I (1500-1558). En esos tiempos, su gobierno lo ejercía un castellano elegido por el baile real de Felanitx, y su guarnición militar solía ser de tres decenas de hombres.

A partir del siglo XVII, y debido a no poder instalar en sus almenas piezas de artillería, la fortaleza  perdió su calidad estrategica y fue paulatinamente abandonada. En 1811, el Estado Español  lo vendió a la familia Vidal, que continua siendo su propietaria. En 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural.

En los alrededores de la fortaleza hay varias cuevas naturales, como la de S´Aigo y la de Es Bous, fueron refugio para habitantes de las casas rurales de la zona durante los bombardeos sufridos  durante la pasada guerra Civil.

Castillo de Santueri en la actualidad.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
En el año 2002, una noticia aparecida en los medios de comunicación conmocionaba a los amantes de la Historia de Mallorca. Entre los año 1997 a 2001, Rupert Spillmann, un médico suizo aficionado a la arqueología, con un permiso verbal del Consell Insular de Mallorca, y armado de un detector de metales, extrajo  de las entrañas de la fortaleza más de mil piezas de diferentes época, como la romana, bizantina, árabe y cristiana, entre ese enorme lote había monedas de diferente metal, seños de cera, armas… No le bastó con descubrir ese gran conjunto de piezas que clandestinamente lo sacó de la isla recalando en Alemania, concretamente en Turingia, en cuya universidad fue estudiado por Lutz Illisch, un experto numismático. En el año 2002, el Consell Insular de Mallorca, al tener noticia de ese expolio, presentó denuncia ante los tribunales. El galeno helvético, ante la falta de pruebas de que con esa extraída de piezas se había lucrado, quedó absuelto de los cargos que se le habían imputado devolviendo todo el material hallado. Durante el juicio, Spillmann declaró que al descubrir las primeras piezas en el subsuelo de Santueri lo notificó al Museu de Mallorca quedando sorprendido que la respuesta fue que ese estamento no tenía competencia en dichos hallazgos.



domingo, 24 de agosto de 2014

LA ELEGIDA (VII)

Juana María Hernández Joy


EL CORONEL MUSSET


Ya habían pasado más de dos semanas desde su regreso de Escocia, y aún se preguntaba qué sentido tuvo el ir hasta allí… Lo único que le había quedado claro es que su personaje nunca había estado en Rosslyn.
Debía seguir buscando e investigando sobre él; la única información que tenía, era que salió de Jerusalem el mismo día que lo hizo María Magdalena, acompañando a ésta en su viaje hacia el sur de Francia. Desde allí, salió rumbo a Britania
(Foto: Archivo Joana Joy)
“¿Pero hacia dónde?” Se preguntó Magda. Sabía perfectamente que a Rosslyn nunca fue, o mejor dicho… nunca estuvo.

La noche había sido larga, sus visiones a través de sueños habían regresado y de nuevo aquella voz que siempre le hablaba con dulzura a la vez que con firmeza: “Él sí llegó a tierras de Britania, pero nunca estuvo en Rosslyn; erraste el lugar a visitar.”

Después de tomar el desayuno que le tenía preparado el hermano Bernat, acudiría a la biblioteca; allí encontraría lo que buscaba. Tan inmersa en ello estaba, que no se dio cuenta cuando entró Michel y éste sin decirle nada, la estuvo observando durante todo el tiempo en el que ella no fue consciente de su presencia.

-“Es realmente hermosa.” Se dijo para sí mientras la iba recorriendo lentamente con la mirada. Estaba enamorado de ella y de su belleza desde que Magda llegó por primera vez al monasterio acompañada de su tío y protector Joan de Guillart.

Joan y él nunca fueron amigos, pero como hermanos de la Orden que eran, se respetaban. Michel era miembro activo de la misma, pero también agente secreto del Vaticano al servicio de la iglesia de Roma; la misma que había seguido y perseguido a los antepasados de Magda desde los tiempos de Marie Magdalene d´Ortells.

-“Buenos días hermano Michel, ¿es realmente hermosa, verdad? Aunque no está bien que la mire con esos ojos de halcón a punto de cazar a su presa, ¿no cree?” Le dijo el teniente coronel Musset, que acababa de entrar en la biblioteca con el fin de ver y saludar a Magda.
-“Buenos días Musset” Le contestó Michel algo molesto al verse pillado.
-“Para usted, soy el Teniente Coronel de Infanteria Georges Musset, no lo olvide”. Y girándose hacia Magda, le dijo a ésta: “Niña Magda, ¿cómo estás? Ya veo que tan guapa como siempre.
-“¡Hola mi coronel, cuánto tiempo sin verte! ¿Cuándo has llegado, y por qué no me avisaste que venías? ¡Ya, no me respondas. Sé lo que me vas a decir! Me alegro de verte… ¿Dime, que te trae por aquí, imagino que has quedado con tío Joan para hablar de vuestras cosas, ésas que tanto me interesan y que nunca me contáis.”
-“Sabes niña Magda que no podemos faltar a nuestro voto de obediencia y por supuesto, al voto de silencio. ¿No es así hermano Michel? Le dijo, dirigiéndose a él con cierto tono irónico. Conocía perfectamente quien era y lo que pretendía. Musset no sólo tenía contactos por todo el mundo, sino que también era poseedor de buenas fuentes de información y como no, también en las altas esferas de la Curia Romana.
-“Pero tú no perteneces a la Orden, podrías hacer una excepción conmigo, ¿no crees?”
-“Magda, no me piques, ni tampoco me provoques, sabes que no te voy a decir nada.”
-“Está bien, no insisto.” Le dijo Magda.
(Foto: Archivo Joana Joy)
-“Por cierto hermano Michel, creo que el hermano Bernat lo buscaba…” Le dijo Musset, al tiempo que con la mirada le estaba invitando para que se marchara y así hizo.

El Teniente Coronel Georges Musset, era hombre íntegro, elegante, inteligente y todo un caballero; a pesar de no pertenecer al Temple. Su amistad con Joan de Guillart venía de lejos, de cuando la familia de Joan tuvo que trasladarse por un tiempo a Barcelona; allí se conocieron y allí mismo se forjó su amistad la cual se mantenía hasta el día de hoy.

Musset fue nieto de un anarquista que nunca hizo daño a nadie, e hijo de un hombre inteligente que por culpa de la Guerra Civil no pudo continuar sus estudios, el cual trabajó día y noche para que su hijo sí los tuviera. Los primeros años y parte de la juventud de Musset en Barcelona, su ciudad natal, fueron muy duros, ya que por ser hijo de un obrero fue dejado de lado por mucha gente, ésa misma que años más tarde se peleaban por tener su amistad. Actualmente era un reconocido médico, ya retirado de la vida militar, el cual vivía en Costa Rica con su mujer, a la que había conocido en uno de tantos viajes que hizo a Cuba, llevando una vida tranquila y sin sobresaltos. Atrás quedaron sus años en la milicia, sus viajes por todo el mundo, sus aventuras de “a pie” como él solía decir, incluso la vivida durante una semana en un prostíbulo en Madrid.

-“Y como dicen en las películas… ¡por fin solos! Mira, hasta mañana que regresa tu tío, no tengo nada que hacer, ¿qué te parece si me llevas a dar una vuelta por el centro de Palma y aprovechas de paso para invitarme a cenar?”  Le dijo Musset a Magda.
-“¡A sus órdenes mi coronel! Por cierto, yo invito, pero tú pagas” Así era como le gustaba llamar cariñosamente al viejo amigo de su tío.
-“¡Por supuesto mi querida niña Magda, un caballero que se precie nunca dejaría pagar a su dama! Y esta noche, tú eres mi dama.”
-“Ya veo que sigues tan galante como siempre.”
-“Eso es algo innato en la persona y que nunca se pierde por muchos años que pasen mi querida Madga.

(Foto: Archivo Joana Joy)
Ya en el centro de Palma, dejaron el coche en un parking subterráneo y fueron caminando sin rumbo fijo.
-“Cuéntame, ¿qué es de tu vida, en qué proyecto estás metida ahora mismo? Sé que has estado visitando Edimburgo y que no encontraste lo que fuiste a buscar, pero si otras cosas.”
-“Ya veo que estás bien informado. Sí, fui en busca de una respuesta que no hallé, en cambio…”
-“¿En cambio, qué?” Le preguntó Musset a ver que Magda se había quedado callada y pensativa.
-“Nada importante mi coronel, nada importante…”
-“Está bien, ya me contarás cuando quieras. Sabes que para ti siempre estoy disponible.”
-“Gracias. Pero no hay nada importante que contar. ¿Qué te parece si cenamos de tapeo? Conozco un sitio donde hacen unas tapas buenísimas y está muy cerca de aquí.”
-“¿Y dónde han quedado las buenas costumbres de cenar en un buen restaurante?” Le dijo Musset.
-“¡Ja, ja, ja, venga mi coronel, por un día no pasa nada! Además, sé que cuando las pruebes, te gustarán y me dirás para volver otra vez” Le dijo Magda agarrándose de su brazo consciente de que lo había convencido, como siempre hacia cada vez que se lo proponía.



domingo, 17 de agosto de 2014

LA IGLESIA Y CONVENTO DE SANTA CATALINA DE SENA

Josep María Osma Bosch


La fundación del convento de Santa Catalina en Ciutat de Mallorca, tuvo lugar el 17 de febrero de 1661; el templo, construido bajo planos de Joan Bauçà, fue consagrado por el obispo de Mallorca Bernat Cotoner el 20 de abril de 1658; y en diciembre de ese mismo año fue cuando llegaron a la ciudad  las primeras religiosas dominicas que tenían que ocuparlo, aunque en primera instancia, y seguramente por no estar finalizado el edificio en todas su totalidad o por falta de fondos económicos, fueron instaladas en la Casa del Sacristanato, y semanas después en unos inmuebles en la plaza del Mercadal que fueron adquiridos por el fraile dominico Julià Font Roig, el cual, tras fallecer, el también seguidor de la Orden fundada por Santo Domingo de Guzmán, fray Miquel Sorell, continuó con el proyecto iniciado por su antecesor, y con el mecenazgo del noble Joan Baptista Despuig de Sant Martí i Pax, caballero ínclito de la de la Orden Militar de Santiago, las monjas pudieron alojarse en la casa conventual donde permanecerían varias generaciones.

Iglesia y Convento de Santa María de Sena. seguda
mitad del siglo XX
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
La portada central del templo está constituida por un paramento, habiendo encima del mismo un rosetón. En su parte superior vemos dos torres de forma cuadrada con ventanas que están enlazadas por un pasillo que dispones de varias ventanas de forma rectangular, y en el centro de dicho corredor hay un arco de medio punto y en el interior del mismo hay una concavidad protegida por otro arco de media punta sobre tejas a modo de desagüe de agua de lluvia, este arco es sostenido por dos columnas laterales; debajo hay una imagen de la santa titular del cenobio realizada por el escultor mallorquín Pere Joan Obrador,a los pies de dicha escultura hay un escudo heráldico con las armas de la familia Despuig; hay otro portal, datado en el siglo XVIII,  actualmente cegado, y sin valor artístico alguno, en un lateral, en la calle Porta Pintada compuesto por cuatro escalones de acceso, rematado en la parte superior por una sencilla cartela y a cada lado una voluta sin ornamentación alguna.

Accedemos a la iglesia por una escalinata de siete peldaños. El interior es de planta amplia, rectangular y de forma de cruz griega con dos pares de tramos. El centro está cubierto por una torrecilla de las denominadas de media naranja, la cual es concluida por un mirador ochavado a semejanza de del convento de Santa Teresa de Jesús, Ses Tereses situada en Sa Rambla de Ciutat, y también como el de la vecina iglesuela de Sant Antoni de Viana, en la misma calle de Sant Miquel. El retablo del altar mayor, hoy en día cubierto al público, es obra de Francisco Herrera, donde se representan tres jerarquías celestiales dominicas y una talla de Santa Catalina de Sena flanqueada por dos ángeles. 

Las ocho capillas laterales, sin vista a los visitantes, están dedicadas a la Beata Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán; a la Virgen del Rosario, con una talla de esta advocación mariana en horizontal dentro de una urna acristalada; la del Santo Cristo crucificado, en esta capilla, además de la talla de Cristo, destaca un cuadro representando a San Raimundo de Peñafort cruzando sobre su capa la bahía del puerto de Sóller rumbo a Barcelona, historia o leyenda que en un futuro será tema para un artículo en este Blog; a San Sebastián, patrón de Palma de Mallorca, capilla patrocinada por la nobiliaria familia de los Villalonga, cuyo escudo de armas se puede ver en la misma… En la parte del coro destaca un lienzo de un Ecce Homo datado en la segunda mitad del siglo XVI. Entre los varios retablos barrocos que contiene el templo sobresale el situado al fondo de ábside dedicado a San Juan Bautista, obra de Andreu Carbonell y el de advocación al santo fundador de la orden dominica, anónimo, ambos datados en el siglo XVIII.

Además del monumental sepulcro del bienhechor Joan Baptista Despuig de Sant Martí i Pax, realizado en jaspe y mármol situado a la izquierda del presbiterio, donde está representado el noble arrodillado, hay otros enterramientos de religiosas de la orden que fueron celebridades en el campo cultural, como Sor Ana María del Santísimo Sacramento,  natural de Valldemossa, que vivió en el siglo XVII, mujer de grandes virtudes y de conocimientos en teología; el de Sor Eleonor de Brondo y de Puigdorfila, autora de una biografía de Santa Catalina Thomàs, fallecida el 19 de marzo de 1819; y el de Sor María Pascuala del Santísimo Sacramento,  perteneciente a la nobiliaria casa de los marqueses de la Romana, fue doctora en filosofía por la Universidad de Valencia,  fallecida en el año 1827.

El 7 de febrero de 1964, el templo fue declarado Monumento Histórico Artístico, pero a pesar de ello, dos años después se empezó a realizar el derribo de su parte conventual, abriéndose nuevas calle laterales y el inicio de las obras del centro comercial de Los Geranios y algunos comercios de la calle de Sant Miquel, su claustro, de estilo dórico, fue desmontado pieza por pieza y trasladado al edificio Ramon Llull de la Universitat de Ses Illes Balears; por otra parte, el portal de entrada al convento, por la calle de Sant Miquel, se puede ver hoy en un lateral del convento de San Jerónimo, en la calle Antoni Planas i Franch

Iglesia de Santa Catalina de Sena.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Las religiosas que habitaban el convento fueron trasladas a un centro religioso del Camí Vell de Bunyola, en la actualidad regentado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, donde permanecieron hasta que en el mes de septiembre del año 2008, y por carencia de vocaciones, se instalaron en la localidad catalana de Sant Cugat del Vallès, llevándose consigo parte de su patrimonio: una imagen realizada en terracota policromada de Santa Catalina de Sena y un cuadro de ella del siglo XVIII; un lienzo de Santo Tomás de Aquino de autoría anónima obrado en el siglo XVIII; un archivo conteniendo innumerables y valiosos documentos; un crucifijo de grandes proporciones; una artística jofaina que se hallaba en la sacristía del templo…  

Lo que no he podido averiguar, es si en su equipaje figuraban las reliquias de un hueso de Santo Domingo de Guzmán, otro de Santa Catalina de Sena y un pequeño fragmento de la Veracruz. La iglesia fue cedida al obispado de Mallorca, quien a su vez, y hasta en la actualidad, la tiene prestada a la Parroquia Ortodoxa de la Natividad del Señor, dependiente del Patriarcado de Moscú, y al adaptarla para sus ritos, cubrieron parte de su ornamentado, sobre todo en el altar central con un gran y artístico iconostasio, es decir, un tabique con iconos que separa el presbiterio del resto de la nave del templo y que simboliza la separación del cielo y la tierra, y en cuyo interior, el oficiante, en este caso denominado archimandrita, efectúa el servicio religioso.



domingo, 10 de agosto de 2014

UN MILAGRO EN LA CATEDRAL DE MALLORCA

Josep María Osma Bosch

El apellido Descatlar, hoy en día Dezcallar, perteneciente a la nobleza local, con el título de marquesado del Palmer, tiene su origen en la isla desde el año 1285 cuando Pone Descatlar acompañó al futuro Alfonso III de Aragón a la invasión del Reino de Mallorca, y que a lo largo de la historia ha dado notables miembros que han ocupado importantes cargos oficiales tanto en la milicia, Iglesia, política y en la actualidad en el campo de la diplomacia, como los hermanos Rafael, Jorge y Alonso Dezcallar que han sido embajadores de nuestro país, todavía llamado España, en diversos lugares del mundo como Alemania, Estados Unidos de América, Mauritania… Aunque a decir verdad, el motivo de este artículo no es dar a conocer uno por uno todos los miembros que han de ese linaje, sino centrándome en dos de ellos, uno quizá el más conocido históricamente hablando, y otro, el que protagonizó un hecho insólito en la Mallorca de finales del siglo XVII.

Ca´n Catlar
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
En el año 1442, el rey Alfonso V el Magnánimo de Aragón, concedía, con carácter hereditario, el título de Senior de la Bossa d´Or (Señor de la Bolsa de Oro), con una renta anual de 2.000 florins, a Pere Descatlar i Santacoloma, concesionario de la ceca de Mallorca, es decir, fábrica de moneda, con el añadido de ser privilegiado con el dret d´agranadures, por el cual podía recoger todos los residuos metálicos que se originaban durante las acuñaciones de monedas que se fabricaban en una de las dependencias de su casa de Ca´n Catlar, casal nobiliario situado en el actual número 7 de la palmesana calle del Sol, función que estuvieron realizando hasta el 1787, siendo el responsable de la ceca Guillem Descatlar i d´Olesa, cuando el Estado centralizó la acuñación monetaria; aunque la ceca mallorquina de los Descatlar volvió a tener su antigua función durante la Guerra de la Independencia y durante la epidemia amarilla que sufrió la ciudad en 1821, teniendo la dirección Jordi Abri Descatlar, el cual tenía que dar cuentas a la Junta Suprema de Gobierno del Reino, siendo las emisiones realizadas en el castillo de Bellver..

En los últimos días del mes de diciembre de 1693, falleció,  a la edad de seis años,  un hijo de Gerard Descatlar i Serralta, capitán de Infantería,  caballero del la Orden Militar de Calatrava y descendiente de Pere Descatlar i de Santacoloma, el primer Senior de la Bossa d´Or. El afligido padre, en nombre de la familia, solicitó a Pere d'Alagó i Cardona, a la sazón arzobispo-obispo de la diócesis mallorquina, poder dar cristiana sepultura en horas nocturnas al recién hijo finado en la cripta familiar de los Descatlar que poseían en la iglesia parroquial de Santa Eulàlia en Ciutat, solicitud que le fue denegada. Ante esa postura negativa del prelado, Gerard Descatlar hizo trasladar el cadáver  de su hijo a la iglesia conventual de La Mare de Déu dels Socors, templo y cenobio regentado por los PP. Agustinos y donde fue celebrada una misa de Angelis en memoria del niño que había obitado el día anterior.

 Pere D'Alagó i Cardona que ocupó  la mitra mallorquina desde el 27 de octubre de 1648 al 3 de mayo de 1701, muy querido por el pueblo llano,  al que ya vimos presidiendo los cuatro autos de fe de 1691 ( Ver mi artículo publicado en este Blog Los cuatro autos de fe del año 1691, del sábado, 12 de julio de este presente año), al tener conocimiento de la desobedecida  orden de negación a Gerard Descatlar, puso el caso en manos del fiscal eclesiástico, el cual dictaminó que el caballero y militar había cometido una grave infracción. Por su parte Descatlar no se quedó de brazos cruzados,  ya que pidió ayuda a sus hermanos calatravos y en su nombre al prestigioso canónigo Joan Dameto, conservador de las principales órdenes militares como la propia de Calatrava, Santiago, Alcántara y Montesa; Joan Dameto sin pensárselo dos veces, excomulgó al máximo jerarca de la Iglesia de Mallorca.

Con nervios a flor de piel y humillado Pere d 'Alagó, tras consultar con sus teólogos y juristas, ordenó emitir un bando que hizo colocar en la puerta del coro de la catedral,  proclama en la cual descalificada al canónigo Joan Dameto y a las órdenes militares por los agravios sufridos contra su persona. Horas más tarde, en la madrugada del 23 de diciembre cuando los beneficiarios catedralicios, quienes atónitos habían visto el bando manchado de excrementos humanos, y al estar en canto de maitines, en el momento de entonar el salmo Rector potens escucharon un ruido quedando sorprendidos al ver que el crucifijo colocado sobre un eje del facistol principal de la sala destinada al canto, talla que siempre se hallaba en posición de mirada al portal del habitáculo donde se hallaba el bando “ensuciado”,  se había girado en dirección a la plaza de asiento del prelado, en  ese momento vacía ya que el portador de la mitra se hallaba en el mundo de los sueños. Acto seguido, se dio aviso al prelado, el cual junto al procurador fiscal y otros miembros de la curia se personaron al lugar del milagroso suceso. El Procurador fiscal, tras tomar declaración a los beneficiarios catedralicios, y a Antoni Sard, carpintero de la catedral, y a Antoni Ferragut, campanero mayor, levantó acta exponiendo en la misma que el eje del soporte del crucifijo era imposible de forma natural darle ninguna clase de movimiento.

Antiguo coro de la Catedral de Mallorca
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Con toda seguridad, y creo que no creo que me equivoque, los seguidores y seguidoras de este Blog habrán llegado a la conclusión que la pequeña talla del Santo Cristo en La Cruz daba la razón al arzobispo-obispo Pere d´Alagó i Cardona.

En el año 1904, con motivo de la reforma de nuestra catedral,  en la que se incluía el coro, realizada por el arquitecto catalán Antoni Gaudí Comet (1852-1926), a iniciativa del entonces obispo de Mallorca Pere Joan Campins i Barceló (1859-1915), la imagen del Santo Cristo protagonista del portento que acabamos de ver, fue trasladado a la capilla de San Bernardo, en dicha capilla,  la cuarta por la parte de la Epístola,  y una de las más antiguas, unos años más tarde, concretamente el 30 de agosto de 1912, se declaró un virulento incendio, y además de la milagrosa talla, fue pasto de las llamas un artístico retablo barroco obra de Francisco de Herrera "el Viejo" (1590-1656).

lunes, 4 de agosto de 2014

JOANOT COLOM Y LA GERMANÍA A MALLORCA

Josep María Osma Bosch

El 6 de febrero de 1521, Miquel de Gurrea, a la sazón virrey del Reino de Mallorca, que curiosamente no podía ejercer dicho cargo por un decreto firmado en 1344 por el rey Pedro IV de Aragón,  por el cual ningún hombre nacido en el Rosselló de  la Cerdanya no podía ejercer ningún cargo oficial en el Reino de Mallorca, teniendo conocimiento que en Ciutat se celebraban reuniones clandestinas de menestrals (artesanos), detuvo y encarceló a siete de ellos: Joan Crespí, peraire (preparador de lana); Pasqual Rosselló, Joanot Odom y Francesc Odom Colom, hermanos, boneters (bonetero); Rafel Ripoll, capeller (sombrerero); Guillem Vic, espasser (espadero) y a Pere Bagur, sabater (zapatero). 

El motivo de la acusación era que los encarcelados estaban fraguando un levantamiento popular a semejanza de los de Catalunya, Valencia y los llamados comuneros de Castilla,  en protesta por los privilegios de la clase nobiliaria, el pago de fuertes impuestos al Estado que abonaban los menestrals, la subida incontrolada de los precios de las materias primas que usaban para la fabricación de sus productos, la elevada carestía de los alimentos de primera necesidad,  la extinción de la Deuda Pública... Al día siguiente de la detención, una gran multitud de gentío se congregó delante de la cárcel real pidiendo a gritos la puesta en libertad de los siete menestrals; el virrey Gurrea, ante la impotencia de sus guardias para sofocar a esa manifestación, no le quedó otra opción de abrirles las puertas de sus celdas.  Una vez en la calle, y entre vítores, Joan Crespí fue nombrado por el pueblo llano caudillo e Instador de la Germanía de Mallorca, nombre que se deriva de la palabra germà, es decir,  hermano en mallorquín. Por su parte el virrey Gurrea, al asumir su fracaso, partió hacia Eivissa y sustituido en su cargo.

Joanot Colom
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Una semana después de ese acontecimiento, Joanot Colom junto al notario Miquel Nebot y otros menestrals, fue comisionado por Joan Crespí para ir a Valencia y conocer de primera mano la organización de esa Germanía, la cual tenía permiso del emperador Carlos, y después acudir a la Corte para obtener la legalidad de la germanía de Mallorca.

El día 23 de septiembre de ese mismo año, en uno de los dos claustros de La Real Basílica de San Francisco de Asís de Ciutat de Mallorca,  una representación de la Germanía mallorquina cuestionó el liderazgo de Joan Crespí relegándole de su cargo y eligiendo a nuestro biografiado, uno de los elementos del ala más radical de los sublevados contra Carlos I; por su parte, Joan Crespí fue encarcelado en la Torre del Ángel de Palacio de la Almudaina siendo asesinado días después por Francesc Odom Colom, hermano de Joanot. Nuestro personaje fue elegido nuevo caudillo de los agermanats, el cual hizo varios cambios en la estructura de la organización, como la supresión de la Junta dels Tretze, órgano colegiado democrático creado por Crespí durante su corto mandato y con ello asumió la potestad de tener el control en la elecciones cargos públicos y en algunos casos nombrarlos él mismo; abolió impuestos indirectos sobre artículos de primera necesidad; exigió que se impusiese la sentencia arbitral del rey Fernando el Católico firmada en 1512, sentencia que aplicaba la estimación de todo el mundo, tanto la parte de la ciudad como la foránea, contribuyeran al tesoro de la nación en proporción a sus patrimonios e ingresos, es decir, como actualmente es la Declaración de la Renta…Todas esas nuevas disposiciones fueron aceptadas en toda la isla a excepción de Alcúdia, villa fuertemente fortificada donde se asilaron familias nobiliarias, eclesiásticas y mercaderes insulares contrarios a la Germanía

Ante esa negativa de los habitantes de Alcúdia, Colom organizó  un gran ejército compuesto por menestrals y payeses, bien pertrechado en armamento y logística, compuesto por 6.000 peones, 400 hombres a caballo y cuatro piezas de artillería de grueso calibre, poniendo sitio a la villa y exigiéndoles que aceptaran el nuevo orden impuesto agermanado, condiciones que no fueron aceptadas por los sitiados, los cuales empezaron a sufrir bombardeos diurnos y nocturnos sin cesar. A pesar de estar la villa sitiada, sus habitantes hicieron algunas incursiones en los campamentos de los agermanados produciéndoles muertos heridos y sustracción de víveres y material bélico.

 En los primeros días de octubre de 1522, tras una negociación fallida entre los sitiadores y Francesc Ubach, representante del emperador Carlos I, una potente escuadra naval con 12.000 hombres a bordo, y al mando del ex virrey Miquel de Gurrea y el almirante Juan de Velasco, desembarcaban en el puerto de Alcúdia, haciendo que los agermanados levantaran el sitio e iniciando la retirada hacia la capital del reino. Años después, el emperador Carlos I concedía a Alcúdia el título de Ciudad Fidelísima pudiendo ostentar en su escudo el águila bicéfala, signo heráldico suyo.

Tras varios contactos entre ambos ejércitos, el 3 de noviembre se enfrentaron en batalla en Son Fornnari, en el término municipal de Sa Pobla, en la cual hubo unas 2.000  bajas mortales e innumerables heridos por ambas partes; en ese lugar, y para recordar ese sangriento día, el 3 de noviembre de 2012 se inauguró un monolito de 1.200 kg. que sustituye a otro inaugurado a principios del siglo pasado y que había desaparecido. Otros hechos importantes de esa contienda fueron el saqueo por parte de las tropas imperiales en Pollença, donde dieron muerte a 200 personas quemándolas dentro de una iglesia; la batalla del Rafal Garcés, entre Inca, Sencelles y Binissalem, donde Miquel de Gurrea venció a una columna de agermanados causándoles medio millar de muertos y ahorcando a 110 supervivientes. Tras esas contiendas, las tropas diezmadas de Colom, con él a la cabeza, pudieron entrar en Ciutat.

Ciutat de Mallorca, último reducto de los agermanados, capituló frente a las tropas imperiales el 7 de marzo de 1523.  El virrey Miquel de Gurrea encarceló a Joanot Colom y a sus principales correligionarios en el castillo de Bellver; mientras ordenó levantar infinidad de horcas en varios puntos de la ciudad como de la parte foránea: la misma fortaleza de Bellver, Portixol, Porto Pi, el monasterio de la Real, Inca, Binissalem, Campos, Sa Pobla, Sóller, Manacor, Felanitx, Muro, Porreres, Artà, Petra... Tres meses después de la capitulación de los sublevados, concretamente el 7 de junio, se dictó y se ejecutó la sentencia a muerte contra Joanot Colom: "que lo dit Joanot Colom sia aportat per los llocs acostumats de la present Ciutat de Mallorca en un carro, sobre lo qual sia atenallat, sia degollat per lo coll devant la Porta Pintada,  escorterat y los cortons sian posats a certs pilars fahedors los quals se han de anumerar los pilars de Colom,  en lo cap de aquells, ab una llanterna de ferro, sia a la Porta Pintada,  disminuit-lo a ell y a la sua progenie fins a la quarta generació, fahent-los inhabils per qualsevol ofici y honors y las casas de ell sian derrocades e sembrades de sal e los bens confiscats a la regia Cort".

Varios ha sido los historiadores locales que han tratado a la Germanía mallorquina y a Joanot Colom, el cual, en algunos casos se le ha exaltado, como Antoni Furió  i Sastre (1798-1853) que en el discurso que pronunció cuando el líder agermanat fue proclamado Hijo Ilustre de Palma de Mallorca y colocar su retrato en el salón de sesiones del consistorio, a pesar de haber nacido en Felanitx: "era sino un gran héroe, el sostenedor de la libertad mallorquina"; en cambio Josep Maria Quadrado i Nieto (1810-1896) lo detrae: "un gran criminal, que dio muerte a dos mil personas, entre los homicidios perpetrados por su cuadrilla de doscientos hombres,  y los que en las batallas que dio lugar el alzamiento".

El 7 de febrero de 1865, el Ayuntamiento de Palma acordó dar el nombre de Joanot Colom a la nueva calle que enlazaba las plazas de Cort con la de Abastos (Major), calle, que curiosamente en 1892, con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América cambió su rotulación por la de Colón trasladando la del agermanado a la actual plaza de España, lugar donde estuvo su cráneo dentro de una jaula de hierro hasta bien entrado el siglo XIX; actualmente esa vía pública colindante con el consistorio palmesano ha recuperado su primigenia nomenclatura.

Monumento a Joanot Colom de Jaume
Mir.
(Foto: Archivo de Josep María Osma Bosch)
A la altura del número 58 del palmesano Camí de Son Gotleu, entre dos centros escolares, Joanot Colom tiene erigido un monumento, obra en bronce del escultor felanitxer Jaume Mir i Jaume (1915-2012), que representa a un hombre desnudo, de pies y manos encadenado, brazos abiertos y con su mirada en aptitud de exclamación dirigiéndose al cielo. A mi modo de parecer, y respetando su ubicación, debería estar colocada en alguno de los lugares que han tenido relación con el líder agermanado, como pueden ser la calle que lleva su apellido, el castillo de Bellver donde vivió sus últimos días, la plaza del donde tenía su casa adquirida por 22 lliures mallorquines y derruida y sembrada de sal tras su ejecución, o la actual plaza de España, que como hemos visto, durante unos años le fue dedicada y en la que se exhibió parte de su cuerpo troceado.

Finalizo este artículo con dos fragmentos de poemas escritos por Jaume Santandreu en su poemario Cançons per el meu poble, dedicadosa las dos figuras más relevantes de la Germanía mallorquina del primer cuarto del siglo XVI:

                                                        Gloriós Joan Crespí
                                                        mestre de la Germania
                                                        feis que el poble prest sia
                                                        amo del propi destí.
                                                        Despertau l´embruixament
                                                        d´aquell poder popular;
                                                        que altre cop tornem lluitar
                                                        per obrir el començament
                                                        de la nostra llibertat
                                                        i la nostra retrobada,
                                                        caparrudament guanyada
                                                        amb la nostra identitat.

                                                        Excels Joanot Colom
                                                        sant major del nostre altar,
                                                        vos venim a suplicar
                                                        que puguem SER EL QUI SOM!
                                                        És tan trista nostra sort
                                                        de Poble sempre vençut
                                                        que, més que en esclavitut,
                                                        sembla que vivim en mort.
                                                        Que la nostra solución
                                                        és deixar-nos de manies
                                                        i amb  força de Germanies
                                                        proclamar que som NACIÓ!