lunes, 27 de octubre de 2014

EL REY JAUME III DE MALLORCA Y LAS RELIQUIAS DE SANTA PRÁXEDES

Josep María Osma Bosch

Santa Práxedes, joven romana que murió martirizada en el siglo II en Roma por recoger la sangre de otros mártires, santa que guarda relación con la capital balear, ya que sus huesos se veneran en la capilla de Santa Ana del palacio de la Almudaina, como también la localidad de Petra, en el Pla de Mallorca, de donde es patrona. Veamos cómo llegaron esas reliquias a la isla y un milagro que protagonizaron y un poco de la biografía de uno de los actores principales de esta historia, y del cual, el pasado sábado, día 25, se celebró el 665 aniversario de su heroica muerte en el campo de batalla.

En el año 1341, en plena Guerra de los  Cien Años, el rey Eduardo I de Escocia (1282-1364) y el de Francia, Felipe VI (1293-1350), se retaron a un torneo a lanzas. El francés, viendo que por su avanzada edad no podía afrontar el duelo, solicitó ayuda a su sobrino y rey de Mallorca Jaume III. El mallorquín, reconocido hombre valeroso y de honor, acepto el batirse con el de Escocia; lo hizo  con bravura y lo derrotó. En acción de gratitud, el monarca galo le ofreció el vasallaje de cualquier ciudad o pueblo de su país, a excepción de París y Toulouse. Jaume no aceptó este ofrecimiento, en cambio pidió a su regio tío los huesos de una santa que tenía celebridad de milagrosa, los de Práxedes, alegando que en su reino no había reliquias de ese tipo y Francia tenía muchas. 

Reliquias de Santa Práxedes
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Con mucha pena, Felipe VI, tras consultar con su clero, hizo entrega al rey de Mallorca aquellos santos restos óseos. Una vez llegado Jaume III  a Porto Pi con su sagrado obsequio, los gremios artesanales le solicitaron que declarase a Santa  Práxedes patrona de uno de ellos; ante ese dilema surgido, el soberano propuso que la Santa sería patrona del gremio que más ornase el trayecto desde el puerto hasta el palacio real de la Aludida; el ganador fue el gremio de los paraires, pelaires en castellano, gremio dedicado a la rama textil y que en un futuro trataremos en este Blog.

El 30 de abril de 1428, Antoni Ponç, a la sazón vicario de la capilla de Santa Ana, como era habitual en él, vertió en un recipiente agua de la cisterna del palacio de la Almudaina, elemento liquido traído por sus acólitos Joan Brancha y Bernat Soldevila, en un hueso de Santa Práxedes a modo de infusión. Esta infusión se la tenía por milagrosa de curar males relacionados con los huesos. Los tres  hombres se quedaron atónitos al ver que del fragmento óseo de la santa romana emanaba sangre. Ni que decir tiene, que el suceso corrió por la ciudad como la pólvora y que se tomó por un portento celestial, y del cual dieron fe de veracidad varios médicos levantando acta el notario Francesc Mir.

El rey Jaume III de Mallorca, conde del Rosselló y de la Cerdanya, y señor de Montpellier, nació el 5 de abril de 1315 en Catania (Sicilia), siendo hijo del infante Ferran (1278-1316 ), hijo del rey Jaume II de Mallorca (1243-1311), y de Isabel de Sabrán (1297-1315), fallecida treinta y dos días después del parto. El infante Ferran, al tener que regresar a la guerra, donde hallaría al año siguiente la muerte en la Batalla de la Manolada, en el Peloponeso griego, lo entregó a su amigo y compañero el cronista Ramon Muntaner (1265-1336) para que a su vez lo entregará a la reina viuda de Mallorca Esclaramonda de Foix (1255-1315), residente en Perpinyà.

(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Al morir el rey Sanxo I de Mallorca (1272-1324), al no dejar heredero directo al trono, en vida había nombrado sucesor al pequeño Jaume; pero, su pariente, Jaume II de Aragón (1267-1327) reivindica sus derechos dinásticos. Por minoría de edad, Jaume, ya rey de Mallorca, asume la regencia del reino el infante y fraile franciscano Felip (1278-1316), hermano del fallecido rey Sanxo. En 1325, el monarca aragonés, conocido como El Just, ordena a su hijo Alfons (1299-1336), futuro IV, la invasión del Rosselló y de Cerdanya, territorios continentales mallorquines; pero, mediante el papa Juan XXII (1249-1334), una vez ocupados los devuelve renunciado a la corona mallorquina y al mismo momento se acuerda un contrato matrimonial del joven soberano mallorquín con Constança (1318-1346), de diez años de edad, nieta del rey de Aragón e hija de Alfons; por esta unión matrimonial, nuestro Jaume rendirá vasallaje anual al ya rey Alfons IV, conocido como El Benigne. En 1326, Jaume III crea el Consolat de Mar y doce años después dicta las Leges Palatinae, conjunto de leyes que regulaban el protocolo y oficios en la corte.

En el 1344, reinaba en Aragón Pere IV El Ceremoniós, quien se proclamó rey de Mallorca invadiendo el territorio insular, hecho que hizo exiliarse a Jaume III junto a su familia y corte en Montpellier. Cinco años más tarde, con la dote de su segunda esposa, Violant de Vilaragut (1320-1372), con la que tuvo una hija, Esclaramonda (1348-1349) recluta un ejército y prepara la reconquista de su reino usurpado. El domingo, 25 de octubre de 1349, tras dos semanas de haber desembarcado en las costas de Pollença y avanzado por varias localidades del interior de la isla sin hallar apoyo popular a su paso y con alguna toma de contacto con las tropas aragonesas mandadas por Gilbert de Centelles i Castellet (---1368), el grueso de las fuerzas beligerantes entablaron una batalla en la planicie de Galdent, a poca distancia de Llucmajor. A medio día, el monarca mallorquín, después de ver morir asestado a su Porta estandarte y a la vez hermanastro el infante Pagà (---1349), sentirse orgulloso de su hijo Jaume (1336-1375), su heredero, de once años de edad, herido y luchando espada en mano contras el enemigo de su tío Pere IV, es derribado de su caballo y al caer a tierra uno  le cortó la cabeza de un tajo, curiosamente, treinta y tres años antes su padre, el infante Ferran sufrió la misma muerte.
Jaume III de Mallorca. Oleo depositado en el
Ajuntament de Palma de Mallorca.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)

Inicialmente, los cuerpos sin vida de Jaume III y el del infante Pagà fueron enterrados en la iglesia parroquial de Llucmajor, y doce meses después, el del infante fue sepultado en la catedral de Mallorca, mientras el del rey Jaume fue sepultado en la catedral de Valencia, donde permaneció hasta el 18 de marzo de 1905, que por disposición directa del rey Alfonso XIII (1886-1941), sus restos mortales fueron traslados con honores de Jefe de Estado a bordo de la fragata de guerra Yañez Pinzón hasta la capilla de la Trinitat de la catedral de Mallorca donde reposan junto a su abuelo paterno, el también rey mallorquín Jaume II, de esta manera se cumplía su última voluntad firmada por el mismo el 7 de agosto de 1349, dos meses antes de perder su vida en el postrer intento de recuperar su reino usurpado.

viernes, 17 de octubre de 2014

EL SANTUARIO DE MONTE TORO

Juan Ramón Pons

En la montaña sagrada de Menorca, a 348 metros de altura se custodia la imagen más venerada y sagrada de la Mare de Deu de Monte Toro. Las leyendas de la aparición Mariana son diversas, aunque estas leyendas son "custodiadas" con recelo por parte de los isleños devotos y para ellos.

Santuari de Monte Toro
(Foto: Archivo Juan Ramón Pons)
La tradición cuenta, que cuando los monjes de la Orden de la Merced de 1287 llegaron a Menorca con el Rey Alfonso III "El Liberal" conquista definitivamente la isla para la Corona de Aragón (Recordemos que el Rey Jaime I "El Conquistador" había firmado el Tratado de Capdepera por donde la Menor de las Baleares se convertía en feudataria de Mallorca aunque los musulmanes quedaban bajo dominio aragonés) los monjes Mercedarios se instalan en la zona de Llinartitx, situada a unos 3 km de Mercadal

A finales del Siglo XVI y principios del XVII, se comenzó a construir la actual Iglesia donde se custodia la "Mare de Deu"  Una Virgen pequeña, que en brazos tiene a Jesús en brazos siendo un niño y es venerada por los isleños. Tras el paso de los mercedarios, los agustinos moraron el Santuario desde 1595 hasta 1834 y en la actualidad, son las Franciscanas Hijas de la Misericordia las que custodian la imagen.

La leyenda del hallazgo de la Virgen es parecida al resto de leyendas que pululan por muchos lugares, es decir, se encuentra una imagen, se la llevan pero esta misteriosamente desaparece y vuelve reaparecer donde la habían encontrado. Por ejemplo: La Mare de Deu del Cocó en Lloseta . Ahora bien, ¿Cual es la leyenda? "Cuentan que unos monjes vieron una luz resplandeciente en lo alto de la cumbre de la montaña, entonces los monjes acudieron a ver lo que sucedía y observaron como un toro que los acompañaba abría paso entre las rocas para llegar hasta una pequeña cueva y una vez allí los monjes cogen la imagen para trasladarla a su convento. Sin embargo, al día siguiente la Mare de Deu no está y vuelve al lugar donde fue encontrada".

Mare de Dèu de Monte Toro
(Foto: Archivo Juan Ramón Pons)
Que sea real o no... Es lo de menos, ya que es uno de los lugares que siempre me ha gustado visitar cuando voy a Menorca, ya sea por motivos familiares (tuve a dos tías mías que fueron superioras allí y un tío mío que vivía en Menorca) o simplemente por acudir a ver este magnífico enclave con unas vistas preciosas. La Festividad de La Mare de Deu de Monte Toro se celebra el 8 de mayo y el día de San Martín, que coincide con las fiestas patronales de Es Mercadal suben a caballo los diferentes "Cavallers" a pedir protección a la Virgen e incluso hacen su entrada con los caballos en el patio del Santuario.

Por otra parte, en el interior del patio podemos encontrar una escultura de Josep Viladomat que rinde homenaje a los menorquines que en el Siglo XVIII emigraron a Florida donde por ejemplo la población de San Agustín está hermanada con Menorca.

Por último, Monte Toro ha sido objeto de otro tipo de leyendas, que van desde contactos con OVNIS por las noches, algunas han dado pie a "Alertas OVNIS" de algunos programas radiofónicos y concentraciones para meditar o llamar a los alienígenas. Para terminar, ocurra lo que ocurra Monte Toro es un lugar mágico donde los haya y un sitio privilegiado donde tienes un balcón natural para ver "Sa Roqueta" desde Menorca.

FUENTES CONSULTADAS:

www.menorca.info.
www.bisbatdemenorca.com
Además, la información aportada la ha expuesto un servidor a través de las tradiciones orales que me han transmitido tanto mis tías como el resto de mis familiares que han vivido en Menorca. Mucha información la he obtenido después de las clases con Antoni Marimon de Historia Contemporánea de América en la UIB.     

miércoles, 15 de octubre de 2014

PALMA, CIUDAD DE ROMA

Josep María Osma Bosch


Corría el  verano del año 123 a.C., cuando el Senado de la República de Roma ordenó al cónsul Quintus Caecilius Metellus realizar una invasión a las islas Gymnesiai también llamadas Baliarides (Mallorca, Menorca y Cabrera), de la cultura talayótica, con el pretexto que esas islas, según el cronista romano Floro:“Baliarides per tempus insulae piratica rabie maria corruperant”, es decir, que la Baleares eran amparo de piratas que abordaban las naves romanas que efectuaban su ruta comercial por esa zona del Mare Nostrum. Hay que decir, que dicha empresa bélica no afectó al resto de las islas del archipiélago, es decir, a las Pityousay (Eivissa y Formentera), de la cultura púnica, fundadas por Cartago en el año 654 aC, con su capital Eubusus, tenían un acuerdo con Roma tanto comercial, cultural y de no agresión, lustros después, como bien sabemos,  se ensartarían en varias guerras.

El lugar de desembarco en Mallorca es inseguro, pero, debido a los restos arqueológicos hallados en S´Illot, Sa Vall, Colonia de Sant Jordi, Santanyí y Ses Salines, hacen pensar que pudiera haber sido en uno de esos términos, incluso que allí se fundó la Urbs Palmensis. Metellus halló gran resistencia indígena con los feroces y diestros honderos, antaño al servicio de Cartago y futuros milicianos de Julio Cesar en las Galias, el mismo Floro los catalogó como ”homnies fero ataque silvestres”, aunque después de haberse consolidado la conquista, tanto invasores como invadidos, estuvieron en buena armonía e integrándose mutuamente, tal como lo demuestran los hallazgos en algunos yacimientos arqueológicos.

Dos años más tarde, una vez consolidada la ocupación, Metellus, tras recibir el título de “Balearicus”, hacer venir de Hispania a 3.000 colonos, la mayoría veteranos legionarios ya retirados del servicio activo y funda las poblaciones en Maiorica (Mallorca) de Pollentia, Palma, Bochorum, Tuccis y Gunnis, no sabiendo la localización de las dos últimas citadas. Las Balearides pasan a depender de la provincia romana de la Hispania Citerior Tarraconensis. Entre los años 16 y 13 aC, el emperador Augusto creó los conventus civium romanorum, unos distritos jurídicos, cuya legislación se basaba en Ius Latii, el Derecho Latino dentro de cada provincia en Hispania; las Baliarides dependerían del convento situado en Carthago Nova. En el año 212 dC, el emperador Lucius Septimius Bassianus, conocido con el sobrenombre de Caracalla, en uno de los puntos de su  Constitutio Antoniniana otorgaba la ciudadanía romana a todos los hombres libres de las ciudades de su imperio, incluyendo las Balearides. Bajo el imperio de Dioclesiano, entre los años 284-305 dC, las Balearides formaron parte de la provincia Carthaginensis; en el 380 dC, el emperador Teodosio crea la Provincia Insulae Balearides.

Sobre la impronta romana de la parte rural mallorquina y la de la isla de Menorca las trataré en futuros artículos, centrándome el presente en la capital balear.


Arc de la Almudaina (Palma)
Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Palma, que es sinónimo de victoria, se fundó sobre un pequeño núcleo talayótico. Dos fueron los recintos amurallados que dispuso. El primero se inició como una torre de vigilancia en el actual alcázar de la Almudaina siguiendo desde la Plaza de la Reina hasta la del Roser; su núcleo de población la formaban militares, campesinos y gente de mar. El segundo, años más tarde, con la demografía anterior, más el añadido al norte con la calle Palau Reial, Conqueridor, Cort, Santa Eulalia, al este por las calles Morei, Portella, Sant Pere Nolasc ,Palau Episcopal hasta la muralla marítima. Estaba trazada octogonalmente, con una  zona principal que la cruzaba llamada cardus, esa zona ,la principal de la urbe, se podría situar a la altura del Estudi General Lul-lià, en la calle Sant Roc, siguiendo por la calles Estudi General y Palau Reial, Cort y Santa Eulàlia y que enlazaría a extramuros  por una puerta de muralla en lo que actualmente son  la plaza de Cort hasta la plaza Major, calle de Sindicat, donde se empezaría la vía que conducía a Pollentia; por otra parte,  el decumanum, que la seccionaba en cuatro partes, serían hoy en día la zona del barrio de Sa Calatrava,  Catedral, Costa de la Seo y el camino que iba hacía Porto Pi. Los habitantes de esos primeros tiempos romanos de Palma, unos 2.500, eran de varias clases sociales: ciudadanos libres, propietarios, comerciantes, marinos, militares, libertos, rurales y esclavos.

El municipium estaba regido por el derecho romano y  por el ordo decurionum, cuyos miembros estaban bajo la supervisión del Praefectis Insularum Balearium; la parte  religiosa, el culto al emperador y los dioses estaba a cargo de los flamines, sobre esos dignatarios religiosos conocemos el nombre de dos gracias a unas lápidas sepulcrales halladas en el año 1940 en PortoPi: Caius Aburus Montanus  Julius Gratus y Lucius Montanos,  procedentes de la tribu Velina, predominante en la isla; otras tribus que tuvieron importante presencia fueron las de Galeria y Quinina.

El cristianismo hizo su aparición poco antes del siglo V, siendo uno de los lugares donde practicaban sus rituales religiosos la cueva de San Martí, en Alcúdia. El primer prelado que se tiene conocimiento es la de un obispo llamado Helías; ejemplo de esos templos paleocristianos en la isla de Mallorca, y fácilmente localizables y en ruinas, son las basílicas de Son Peretó (Manacor), Sa Carrotja (Porto Cristo, Ses Salines, Santanyí)); S´Horta d´en Palmer (Campos); Cas Frares de Son Fiol (Santa Maria del Camí), Son Fernandí (Campos)...
 
Parte de la colección de monedas
romanas del autor.
(Foto: Josep María Osma Bosch).
En Palma, pocos son los vestigios visibles de esa época: los de los subsuelo del Estudi General Lul-lià pertenecientes al foro y templo de la urbe; en el Museo de Mallorca, gran variedad de piezas de cerámica y de metal, un monetario de casi un millar de monedas de bronce, parte de un cargamento de un barco hallado en la costa de la Colonia de Sant Jordi, en el levante mallorquín, lápidas y urnas funerarias, joyas, bustos y esculturas incompletas de varios emperadores y de personas anónimas , pequeñas representaciones en bronce de deidades, armamento, pedestales y capiteles de columnas, culinarios, incensarios, dos Tabulaes patronatus bochoritana, frascos y botellas de cristal, máscaras teatrales; Porta de la Almudaina o de La Cadena, la Bâb Hidjnawî  de la Madîna Mayûrqa, que seguramente se cerraba al ocaso con una verja de hierro; un posible teatro en el manzanario que agrupa la plaza Joan Carles I y las calles Brondo, Paraires y Jovellanos; la lapidinae, o sea, una cantera; hoy en día cubierta por edificios en Dalt Murada, en la plaza de Llorenç Villalonga, una necrópolis y restos de muralla en la misma zona; los restos de un campamento militar  o villa rural adosada al Hospital Universitario de Son Espases; Jardín Episcopal, un trozo de muralla; lienzos de muralla en los sótanos del Museo Diocesano

En el año 465 de nuestra era, los vándalos ocuparon nuestro archipiélago destruyendo todo lo que se les cruzaba, y la urbs palmensis no fue una excepción, era el fin de  la Palma romana tras casi tres siglos y medio de existencia.




domingo, 5 de octubre de 2014

EL ORATORIO DEL COCÓ DE LLOSETA

Juan Ramón Pons

Muchas veces cuando he ido a Lloseta he pasado por delante de un pequeño oratorio que se encuentra a la entrada del pueblo, en la Avenida del Cocó, junto al "Torrent d'Almedrá" y el Cami de Son Pelai. Lloseta es más que un pueblo para mí, ya ir a este bonito pueblo del Raiguer conocido por sus "Cardenals", el monumental Palacio de Ayamans, el Bar Bestard, la fabricación de zapatos de montaña, su teatro municipal y su tradición minera, es el pueblo de mis abuelos con quienes desde muy pequeño siempre he pasado buenos momentos allí con ellos. Precisamente, mis abuelos siempre me hablaban de la Ermita que había cerca de la "caseta" ahora con unos cuantos años más unido a mi interés por la Historia ha hecho que quiera dedicar un artículo para el blog de mi compañero José María Ibáñez a "L'Oratori del Cocó" y de paso, dedicarlo a también a la gente que me quiere.

Exterior Oratori del Cocó.
(Foto: Archivo José María Ibáñez)
El Oratori del Cocó fue construido en 1878 y es el lugar de peregrinación para todos los "Llosetins i Llosetines" pues guarda a la "Mare de Deu de Lloseta" por la que los lugareños sienten una gran devoción. El Oratorio en sí, fue construido en los terrenos de la Possesió de Son Ramón, dicha Possesió perteneció a los terrenos de Ayamans pero cuando ésta última fue dividida en el Siglo XVI aparecieron dos "Possesións" más que son: La mencionada Son Ramón y Son Pelai . (1).

La Possesió de Ayamans abarcaba mucho terreno y tras la Conquista de Mallorca en 1229 por el Rey Jaime I "El Conquistador", en el Repartiment le correspondió una alquería dentro del distrito de Canarrosa a la Vizcondesa de Bearn y a su hijo Gastón, después pasó a manos del primer señor de Lloseta y Ayamans: Don Arnau de Togores, Conde de Ayamans. Por otra parte, la toponimia del lugar nos indica que el topónimo de Son Pelai ya aparece en el Siglo XVII y que Pelayo era un nombre habitual en la familia. Mientras que por lo que respecta a Son Ramón, el topónimo aparece en el Siglo XVII, precisamente, el topónimo Ramón de Ayamans aparece documentado en el Siglo XVI y desde entonces el apellido Ramón es uno de los apellidos más frecuentes en Lloseta

Por otra parte, el primer propietario de la Possesió de Son Ramón se llamaba Bartomeu Ramón y que la citada Possesió  constaba de unas tierras y unas casas lejos de Ayamans; además, el topónimo quedó geografía local y la familia Ramón será la moradora de los terrenos durante 100 años. Sin embargo, en el Siglo XVIII Son Ramón pasa a manos del Doctor Jaume Fabregues, quien era secretario del Santo Oficio de Palma. Posteriormente, en el Siglo XIX, la familia Alcover, cuyos orígenes se sitúan en Soller pero que con el paso de los años se establecieron en Lloseta, el dueño de la Possesió se llamaba Joan Baptista Alcover Ordines quien era de Alaró, precisamente, Mateu Alcover, hijo de Joan Baptista Alcover Ordines fue quien en 1878 cedió unos terrenos para construir la Ermita.

La tradición de la aparición de la Virgen dice lo siguiente: "Un pastor musulmán hacia pastar las ovejas cerca del Torrent d'Almadrá, cuando una luz resplandeciente aparece en un lugar concreto, un Cocó, (2), entonces el pastor se dirige a contar la noticia a los habitantes de Ayamans, Loseta y Robines (3)  para que le acompañen para ver dicho fenómeno, entran en la cueva, mueven una losa y encuentran una imagen morena de la Virgen María. Como en Lloseta y en Ayamans no había una capilla. Entonces pensaron en llevar la imagen a la Iglesia de Rubines en solemne procesión y cerraron bien la iglesia. A la mañana siguiente, volvieron a la Iglesia para rezar a la Mare de Deu pero no la encontraron y la estuvieron buscando hasta que la encontraron en el mismo lugar donde la habían encontrado al principio. Los pastores vuelven a llevarla a Robines, la encierran nuevamente en la caja fuerte y al día siguiente la imagen desaparece pero allí deja una mano pero donde quiere ser venerada es en Lloseta. Por esto la imagen aparece nuevamente en los establos del Conde de  Ayamans D. Arnau de Togores". 

Interior Oratori del Cocó.
(Foto: Archivo José María Ibáñez).
Esta historia es la que cuenta la tradición que los abuelos van contando a sus nietos y que esta ha perdurado a lo largo de los tiempos. Lo curioso es que la imagen es morena y el hecho de que haya tantas "Vírgenes negras" es todo un misterio. Recordemos que la Mare de Deu de Lluc es negra, la de Montserrat, la Candelaria en Tenerife, la Virgen de Guadalupe, la Virgen de Regla en Chipiona, la de Toulouse y muchas otras... ¿Cuál es su origen? Un verdadero misterio.

Por último, el Oratorio del Cocó, se empezó a construir en 1877, siendo Obispo de Mallorca D. Mateu Jaume Garau natural de Llucmajor, y que en 1884 coronó a la Mare de Deu de Lluc de manera pontificia. La obra terminó en 1878, el 16 de abril del mismo año el Vicario Arbona envía una carta al Vicario General para pedir permiso para Bendecir el Oratorio que es concedido bajo la condición de que se realice siguiendo el rito de la bendición: "Benedicto Luci" (4) es decir, se podrá celebrar misa, bendecir las paredes y el altar. La fecha elegida no es otra que el día 24 de abril de 1878, es una fecha simbólica pues es la "Festivitat de la Mare de Deu del Cocó" , ese día cuentan las crónicas, que Lloseta se había convertido en un lugar de fiesta y veneración a la Mare de Deu, por la mañana se procedió a la bendición de la imagen ante los  representantes del Conde de Ayamans el egregio D. Pascual de Togores, se realizó una misa solemne y después de la Misa se realizó el traslado en procesión hasta el oratorio, una vez allí  los presentes cantaron la Salve

Como anécdota, contar que en toda Mallorca, los domingos posteriores al Domingo de Pascua se suele celebrar los "Pancaritats" pero en Lloseta no se celebra sino que se realiza la Romería del Cocó. Hoy en día ya no se celebra de esta forma, sino, que han suprimido la Misa Solemne en la Iglesia Parroquial por una misa concelebrada por los sacerdotes en la Ermita del Cocó donde se canta la Salve.  Para terminar, hay una vieja tradición que me transmitió mi abuelo que es la siguiente: "Cuando pasamos delante del Oratorio conviene rezar un Padrenuestro o un Ave María y santiguarnos, ya que dicen es una muestra de respeto hacia la Mare de Deu del Cocó a Lloseta."


NOTAS:
(1). Esta misma da el nombre del camino que lleva a la "Caseta" que era de mi abuelo.
(2). Un agujero natural abierto en la roca que se llena de agua cuando el torrente lleva agua.
(3). Binissalem.
(4). Bendición del lugar.

BIBLIOGRAFÍA:

CAPÓ VILLALONGA, JAUME. L'Oratori del Cocó de Lloseta. Ed. Graficas Miramar. 1981. Palma de Mallorca.

LA INFANTA ISABEL, REGINA MAIORICARUM

Josep María Osma Bosch

Hija de Jaume III de Mallorques (Catania, Sicilia, 1315-Llucmajor, Mallorca, 1349) y de su primera esposa  Constança de Aragón y de Entença (1318-Montpellier,-1346), nació posiblemente en Montpellier en  el año 1338. Debía tener once años de edad, cuando fue testigo directo de las muertes tanto de su padre y de su tío paterno, el infante Pagà (-, Lucmajor, Mallorca, 1349) en la batalla de Llucmajor el 25 de octubre de 1349; ese día, Isabel, junto a su madrastra, la reina Violant de Vilaragut (1320-1372) y varias damas de compañía, por orden de su tío paterno y usurpador de nuestra Corona mallorquina, Pere IV de Aragón El Ceremoniós (Balaguer, Lleida, 1319-Barcelona, 1387), también conocido como el del punyalet, (el del puñalito), por portar siempre un puñal, era recluida en primera instancia en el castillo de Bellver, siendo más tarde trasladadas al convento de Santa Clara de la ciudad de València; mientras tanto, el príncipe Jaume (Perpignan, 1336- Soria, 1375), su hermano y heredero de la Corona mallorquina, tras permanecer un corto espacio de tiempo con ellas, fue trasladado a la fortaleza de Xàtiva, y posteriormente privado de libertad  durante catorce años dentro de una jaula de hierro en el Castell Nou, de Barcelona, y de la cual se evadió en la madrugada del día 2 de mayo del año 1362 con la ayuda de un grupo de fieles de su padre, el difunto rey Jaume III; pero esto es otra historia, la cual tendrá cabida en un futuro en las páginas de este Blog.

Regina Maioricarum
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch).
El 4 de septiembre del año 1358, nuestra Infanta, tras recuperar la libertad, contrae matrimonio con Joan Paleòleg, segundo marqués de Monferrat (1321-1372), marquesado situado en el noroeste de la actual Italia, y señor de Gascogne (Gascuña), señorío ubicado en el suroeste de Francia y zona donde el gran escritor galo Alexandre Dumas (Villers-Cotterêts, Francia, 1802-Puy, Francia, 1870) hizo nacer a uno de sus personajes de ficción novelística, el intrépido mosquetero D´Artagnan. Su tío, el ya mencionado Pere IV, le ofreció como dote 40.000 florines, pero esa cantidad monetaria jamás llegó a sus manos. Por su parte, ella aportó al contrato nupcial las baronías de Omelades y Carlades, más el benéfico obtenido por su padre al vender al rey de Francia por 125.000 escudos de oro los derechos sobre la ciudad de Montpellier y los del rossellonés castillo de Llates. De esta unión matrimonial nacieron cinco descendientes: Otón (1358-1378), Juan (1360-1381), Teodoro (1364-1418), Guillermo (1365-1400) y Margarita (1364-1420).

Años después, al enviudar de Paleólogo, se casa en  segundas nupcias con el noble caballero germano Konrad de Reichbach zu Jungnan, con el que tendría un único hijo, Miguel. Pero, pasado un tiempo, sabiendo que su hermano Jaume estaba preparando un gran ejército con la intención de recuperar su reino, ayudado por el Black Prince (Príncipe Negro), Eduardo  de Inglaterra (Woodstock, Inglaterra, 1330- Londres, Inglaterra, 1376) , padre del futuro Ricardo II de Inglaterra (Burdeos, Francia, 1452-Yorkshire, Inglaterra, 1400), quien a la vez Jaume IV era su padrino, Isabel se le unió participando en la invasión de Catalunya, llegando a Sant Cugat, a escasa distancia de la Ciutat Comtal, y seguir la retirada de las tropas mallorquinas hacia tierras castellanas.

El 16 abril de 1370, Isabel, junto a su cuñada, Juana I, Reina de Nápoles, Reina consorte de Mallorca, Reina titular de Jerusalén, Princesa de Acaya, Condesa de Provenza y Folcarquier (Nápoles, 1326-Anversa, 1382), reunió 100.000 francos para rescatar a su hermano  Jaume IV que se hallaba prisionero en Montpellier, cedido al condestable Bertrand du Guesclin (La Motte-Broons, Francia, 1318-Auvernia, Francia, 1380) por el Rey Enrique II de Castilla, (Sevilla, 1333-Santo Domingo de la Calzada, Logroño, 1379) de la Casa de Trastámara, monarca conocido como el Fratricida o el de las Mercedes, quien antaño lo había retenido en la fortaleza vallisoletana de Curiel.

Tras la muerte en Soria de su hermano Jaume, ocurrida el 16 de febrero de 1375, nuestra infanta heredó los derechos universales de la Corona mallorquina, todavía en manos del monarca aragonés, y empezó a firmar decretos como Regina Maioricarum. Medio año después, el 10 de agosto, cedía esos derechos dinásticos al duque Louis d´Anjou (1339-1384), a excepción de los condados del Conflent y de la Cerdanya, que se los reservó para ella y sus descendientes; a cambio, el de Anjou, que era hermano del Rey Carlos IV de Francia (Oise, Francia, 1294-Vicennes, Francia, 1328), a la vez que le entregaba una compensación de 120.000 florines y el castillo de Lavour, se comprometía a declarar la guerra al usurpador Pere IV si en dos años no había devuelto los territorios de su nuevo reino. Isabel se retiró en vida religiosa en el convento de Santa Catalina de Paris, donde murió en el año 1405.