martes, 4 de noviembre de 2014

EL SANTUARIO DE LLUC

Josep María Osma Bosch

Enclavado en un valle dentro del corazón de la Serra de Tramuntana, a una altura de unos 500 metros sobre le nivel del mar, rodeado por las montañas más altas de Mallorca, como el Puig Major, Massanella, Tomir, y dentro del término municipal de Escorca, se halla el santuario de Lluc; un lugar sagrado, rico en pulsaciones subterráneas de corrientes acuíferas y centro espiritual religioso católico, por excelencia,  de nuestra isla donde se venera Nostra Senyora de Lluc, la patrona mallorquina, una de aquellas vírgenes negras de advocación mariana portadoras del símbolo de la sabiduría de los antiguos iniciados, como los templarios, es decir, la  María cristiana, la heredera de la Madre Tierra céltica Ninhursaga , de la Isis egipcia, de la Cibeles de Anatolia, de la Céres de la antigua Grecia… Enigmáticamente, el vestido que porta la talla de Nostra Senyora de Lluc lleva estas palabras reflejadas en  el libro “El cantar de los cantares” del rey Salomón: “Soy negra pero hermosa”.

Santuario de Lluc
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Según reza una antigua tradición, en el año 1239, un pastorcillo de origen árabe, uno de tantos, que tras la conquista feudal del rey Jaume I de Aragón de Mayûrqa producida diez años antes, permanecieron en su tierra natal en calidad de esclavos bautizados, puso en conocimiento de un monje que hacía vida contemplativa en una ermita cercana, que durante los últimos sábados había observado que unas enigmáticas luces acompañadas de una música magnetizadora aparecían en el cielo, y después de oscilar en varias direcciones se postraban sobre un peñasco de la alquería de Alluc, lugar donde el joven pastor realizaba sus labores de guardar el rebaño.

El penúltimo día de la semana siguiente, Lluc, que era como se llamaba el pastorcillo, y el eremita acudieron al lugar donde, según el niño, se daban a mostrar los extraños fenómenos luminosos y musicales. Cuando el astro rey se ocultó para terminar su ciclo diario, se volvió a repetir aquella visión, y esta vez con sonidos verbales que les informaban que en esa peña se ocultaba una figura de la Mare de Déu. La figura de María recién descubierta, inicalmente, fue trasladada al vecino oratorio de Sant Pere.

El topónimo Lluc, proviene del latín Lucus y significa “bosque sagrado”. En sus alrededores hay varias cuevas de enterramiento como Sa cometa dels Morts, de época talayotica. Según el Llibre del Repartiment de la isla en 1232, el distrito de Al-Djibâl (Las Montañas), donde se halla Lluc, perteneció al rey Jaume I, quien a su vez lo donó a la Orden del Temple. En el 1312, cuando fueron abolidos los templarios, este antiguo distrito almohade pasó a manos de otra orden, la de San Juan del Hospital de Jerusalén, aunque años más tarde, la recién creada Confraria dels Obradors, se hizo cargo de su administración; en el actual escudo de armas de Escorca, municipio al cual pertenece el santuario, además de las cuatro barras aragonesas hay insertada una cruz roja de los caballeros-frailes templarios. Otra impronta templaria en este cenobio es un baphomet que preside la fachada principal del templo.

En 1345, Bernat de sa Coma lega al santuario unos terrenos y una casa junto a Sa Font Cuberta para edificar una hospedería para peregrinos. La parroquia de Escorca, en 1456, es trasladada a Lluc, y Mossen Durán , su rector, junto al hacendado Tomás Thomàs, quien cedió todas las tierras colindantes, fundan el Col-legi de Preveres Seculars, pasando heraldicamente a ser representado por el escudo de la familia Thomàs, el cual se puede apreciar por todo el santuario: una escuadra de oro.

En 1531, el Papa Clemente VII aprobó el reglamento del colegio y de su comunidad eclesiástica y autorizó la creación de la escolanía de Blavets; el santuario pasó a ser mecenado por el Reino y la Catedral. Por ese tiempo, y por prevención de ataques piratas, se edifica una torre de vigilancia.

Hallazgo de la Mare de Dèu de Lluc (Obra Anónima)
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
El actual templo se empieza a edificar en 1622 bajo proyecto de Jaume Blanquer y Antoni Saura. Poco antes de finalizar esa centuria, el patrimonio del santuario se engrandece con las donaciones de las fincas de Manut y Binifaldo.

Durante la Guerra de Sucesión de España, uno de los pretendientes al trono, Carlos de Austria, en 1707 concede el título de capilla real al templo y dos décadas después, se dan por finalizadas las obras.

La imagen de Nostra Senyora de Lluc data del siglo XIV; está realizada en mármol negro policromado y tiene una altura de 61 cm. Fue coronada en 1884 por el obispo de Mallorca Mateu Jaume y a finales de ese mismo año se le añadió un Niño Jesús portando un libro abierto con las letras griegas de ALPHA y OMEGA, o sea, el principio y el final. Poco antes de concluir ese siglo XIX, el Estado Español expropió las tierras y bastante parte del patrimonio del santuario, haciéndose cargo de su administración Los Misioners del Sagrat Cors.

En 1909, se construyó el Camí dels Misteris, obra de Guillem Reynes, y con monumentos pétreos y medallones en bronce obrados por Josep Llimona, supervisados por Antonio Gaudí. En 1937, en plena Guerra Civil, el santuario es habilitado para una academia militar. En 1954 se crea un museo, el cual, en la actualidad posee importantes fondos de piezas arqueológicas, artísticas, destacando las joyas de la Verge de Lluc, una cartografía balear de los siglos XVII y XVIII y una rica pinacoteca. El 30 de junio de 1962 el Papa Juan XXIII concede al templo el título de Basílica Menor.

Durante todo el año se suceden peregrinaciones de distintas localidades de Mallorca, siendo la más concurrida de todas ellas la “D´es Güell a Lluc a Peu”, que se celebra en el mes de agosto, cuyo record de la misma en el año 1990 con una participación de 35.000 marxaires.

                                                           “Dins el cor de la muntanya,
                                                             Mallorca guarda un Tresor.
                                                            Germans, en santa companya,
                                                            Pugem a la Casa d´or.
                                                           Anem amb bandera alçada
                                                           Com un exercit de pau…
                                                              Verge de Lluc coronada
                                                              Damunt Mallorca reinau!”

                                                      Miquel Costa i Llobera (1854-1922)



                                   

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