domingo, 9 de marzo de 2014

RAMÓN LLULL Y LA OPERACIÓN "REX BELLATOR"

José María Ibáñez

La idea de fusionar las órdenes del Temple y del Hospital no era nueva. El primer intento tuvo lugar durante el Concilio de Lyon en 1274. Aunque, según nuestras indagaciones, las tentativas más serias e importantes se desarrollaron, paralelamente, durante el periodo comprendido entre la caída de San Juan de Acre, en el año 1291, y la desaparición oficial de la Orden del Temple.

"REX BELLATOR"
La primera pista se encuentra en el proyecto ideado por el sabio y filósofo mallorquín Ramón Llull (Raimundo Lulio) desarrollado, como hemos comprobado documentalmente, en tres de sus obras. En la primera Quomodo Terra Sancta Recuperari Potest, publicada en 1292, propone la unificación de templarios, hospitalarios, teutónicos y otras órdenes peninsulares bajo un mando único, con el fin de recuperar Tierra SantaDos años después, en 1305, Ramón Llull vuelve a incidir en el tema con la publicación del Liber de Fine (Libro del Fin), en el que sitúa a un príncipe de la Casa de Barcelona como mando supremo de todas las órdenes militares de la cristiandad, con las del Temple y el Hospital a la cabeza, apoyados por los almogávares como fuerza de choque, para la conquista y establecimiento del Reino de Jerusalén.

Estatua de Ramón Llull (Claustro del Monasterio de la
Real (Palma) Foto: Archivo José María Ibáñez)
Por último, en 1309, sale a la luz Liber de Acquisitione Terrae Sanctae, escrito tras la caída de la Orden del Temple, donde Llull plantea la conquista de Tierra Santa a través de dos fuerzas bien diferenciadas: los franceses y los hospitalarios por el norte y Jaime II de Aragón con las órdenes peninsulares por el sur. Encajadas las primeras piezas del rompecabezas, nuestra búsqueda nos conduce hasta el viaje que Ramón Llull realiza a la isla de Chipre en 1302; hospedándose en el castillo de Limasol, sede de la Orden del Temple, para entrevistarse con su gran maestre, Jacques de Molay

Faustino Soriano Torres y José Antonio García Manzano (Los Templarios), nos ponen en antecedentes: "El diálogo entre Llull y Molay seguramente se refirió a la fusión de las órdenes militares en una sola y, singularmente, la del Temple y del Hospital (...) Una única fuerza militar compuesta por templarios y hospitalarios. Todo el conjunto debía ser dirigido por un rey determinado que adoptaría el título de Bellator Rey (Rey Guerrero) y que, finalmente, tras su victoria, sería coronado en el Gólgota y gobernaría el mundo como rey de Jerusalén".

Otro autor, Sergio Fritz (Códex Templi, capítulo XXIX, Templarios y Alquimistas), incide en dicho viaje pero lo plantea un año antes: "Ramón Llull siempre mantuvo muy buenas relaciones con la Orden del Temple; el mallorquín veía en los caballeros monjes una posibilidad real de derrotar a las huestes musulmanas. Uno de sus mayores deseos fue la unión de las órdenes del Temple y el Hospital. Para tratar de verificar esta fusión llegó a entrevistarse con Jacques de Molay, el maestro del Temple, en la isla de Chipre en 1301".

Continuamos tirando del hilo, y otra pista nos conduce hasta la reunión que mantuvieron el gran maestre del Temple, Jacques de Molay, y el  monarca francés Felipe IV; en la que también estaba presente Ramón Llull. El encuentro tuvo lugar a finales del mes de mayo de 1307 en la ciudad de Poitiers (algunos autores se refieren a la ciudad de París), donde el beato mallorquín y el monarca francés le exponen con todo lujo de detalles al máximo dignatario de la Orden del Temple, la necesidad de fusionar a templarios y hospitalarios. Jacques de Molay, al parecer, se niega rotundamente a secundar el proyecto.

"REX PACIS"
En 1306, un año antes de la reunión antes comentada, Pierre Dubois, jurista y estadista del rey Felipe IV, publicaba un libro titulado De Recuperatione Terrae Sanctae, en el que narra las ventajas de la creación de una sola orden militar como resultado de la alianza entre templarios y hospitalarios. El autor incita a Felipe IV de Francia a formar y liderar una liga de reinos cristianos guiada por Francia, que se encargaría de resolver las disputas internas mediante arbitraje; aunque no en la condición de "Rex Bellator", sino en la de "Rex Pacis"

Jacques de Molay
(Foto: Archivo José María Ibáñez)
Cabe señalar que en aquellos tiempos las relaciones entre la monarquía francesa y la Corona de Aragón eran extremadamente tensas, por este motivo, Felipe el Hermoso, consciente de la conspiración urdida a sus espaldas, según el artículo de Felipe Muñoz Plaza (Ramón Llull y el rey de la guerra contra el príncipe de la paz), "... al proyecto de Rey Guerrero, opuso el suyo del Rey de la Paz".

Efectivamente, el monarca francés era consciente del doble juego que llevaba entre manos el sabio mallorquín. Ramón Llull, al mismo tiempo había compartido su proyecto "Rex Bellator" con el rey Jaime II de Aragón, al que había propuesto como candidato a ostentar dicho título, incluso, el monarca aragonés había dispuesto que su hijo primogénito, el infante don Jaime, renunciara a la corona para entrar a formar parte de la Orden del Temple, seguramente, con la intención de que a su muerte, lo sustituyese en el papel de "Rey Guerrero".

Lógicamente el proyecto no agradó a Felipe IV que, como escribe Felipe Muñoz Plaza: "No obstante, por si acaso, Felipe intentó entrar en la Orden del Temple como "viudo de sangre real" (su esposa Juana I de Navarra había muerto en Vincennes en 1305). Pero su petición no fue aceptada por los Templarios. Esto, unido a la inmensa deuda que San Luis había contraído con la Orden, y que ahogaban la hacienda francesa, fue una de las causas por las que Felipe de Francia inició el proceso que llevaría a la liquidación de la Orden de los Templarios".

Pero no acaban aquí las sorpresas. En 1309 aparece una nueva versión de la obra de Pierre Dubois donde manifiesta, según leemos en el libro de Laurent de Vargas (El libro negro de los Templarios), "... hacer coronar al príncipe Felipe, hijo menor del monarca, rey de Accon, Babilonia, Egipto, Asiria y Jerusalén. Se enviaría un ultimátum al sultán pidiéndole que entregara por su voluntad Tierra Santa, a falta de lo cual habría una cruzada. Como seguro que se negaría, los bienes del Temple servirían para financiar la expedición".

EYMERIC DE USALL
Pero no acaba aquí la historia, y aparece en escena un invitado totalmente inesperado: Eymeric de Usall. Éste, para nosotros hasta entonces desconocido personaje, acaba convirtiéndose en uno de los principales protagonistas de nuestra historia.

Santa María de Vilabertrán
(Foto: Archivo José María Ibáñez)
Nació en Mas Usall, municipio de Banyoles, en la provincia de Girona, hacia el año 1267. Los primeros antecedentes de este personaje nos los facilita Felipe Muñoz Plaza: "Era solo un muchacho huérfano y cojo que desde los ocho años no había traspasado las pesadas puertas del recinto monacal, y estaba bien lejos de sospechar que la sofisticada educación que estaba recibiendo desde hacía dieciséis años le preparaba para llevar a cabo "El Proyecto Rex Bellator" de Ramón Llull, unificación de Templarios y Hospitalarios".

A continuación descubrimos una historia sumamente interesante. Nos la narra el historiador Josep María Reyes Vidal (Eymeric de Usall, el último templario), que ha consagrado más de diez años al estudio de este personaje. Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el historiador catalán, sabemos que Eymeric de Usall, fue cófrade del Temple, embajador de Jaime II de Aragón en Egipto; participó activamente en el proyecto "Rex Bellator" de Ramón Llull.

Espía a las órdenes de Jaime II de Aragón, protagonizó distintas embajadas para llevar a cabo el rescate de Dalmau de Rocabertí, último jefe militar de los templarios, quien, al parecer, debía suceder a Jacques de Molay como Gran Maestre de la Orden del Temple, hecho prisionero tras la ocupación de la fortaleza templaria de la isla de Arwad (Siria) en septiembre de 1302, que en aquellos momentos estaba cautivo en Egipto.

Dichas embajadas se llevaron a cabo antes de la disolución oficial de la Orden del Temple, entre los años 1304-1305 y 1306-1307. Según se desprende de la información a la que hemos tenido acceso, era de suma importancia rescatar a Dalmau de Rocabertí de su cautiverio, al tratarse de una pieza muy importante para el proyecto "Rex Bellator" de Ramón Llull, una de las prioridades del rey Jaime II de Aragón.

Todo parece indicar que los intentos del embajador del monarca aragonés no dieron los frutos apetecidos ya que, por lo que hemos podido averiguar, el más que probable sucesor de Jacques de Molay, fue definitivamente liberado cuando la Orden del Temple ya se había disuelto; frustrando, por lo tanto, los planes de Jaime II de Aragón.

Cabe añadir que Dalmau de Rocabertí murió en 1326 en Vilabertrán, pequeña localidad enclavada en la comarca catalana del Alto Ampurdán, en cuyo monasterio, Santa María de Vilabertrán, se conserva una cruz de plata con camafeos egipcios y fragmentos de la Vera Cruz, probablemente transportada desde Egipto por Eymeric de Usall al regreso de una de sus embajadas.

Como muy bien escribió Robert Charroux: "La conjura de las Órdenes de Caballería y la Pactio Secreta, siempre ha suscitado la curiosidad de los historiadores aunque, no por eso, su secreto ha sido divulgado".

FUENTE CONSULTADA
*Ibáñez, José María y Ruíz Fernández, Juan Manuel. "Templarios en Mallorca". Ediciones Dédalo (Colección Viaje al Misterio). Barcelona-2013.





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