Josep María Osma Bosch
Felanitx es un municipio, con
título de Ciudad concedido en 1886 por la Reina Regente María Cristina
(1806-1878), situado al sudeste de Mallorca. Su etimología proviene del vocablo
en latín fenalicius, es decir, el lugar donde se elabora mucho heno. Se tiene
constancia de que hubo presencia humana hace ya 2000 años a.C. por sus yacimientos talayóticos de los poblados de Es
Rosell y Es Velar de Son Herevet, y las navetas de habitación de Ca´n Gaià y de
Son Mayol. De época de la dominación romana, únicamente quedan pocos vestigios
en el castillo de Santueri. Cuando el Islam era dueño de la isla, Mayûrqa,
Felanitx, entonces era la alquería Canalitx, que contó con una mezquita;
también Santueri fue ocupado por los árabes. Ya en tiempos de la post conquista
de Jaume I (1208-1276), esta zona le tocó en el reparto al magnate Nunyo Sanç,
conde del Rosselló y de la Cerdanya (1185-1242). En 1300, Jaume II de Mallorca
(1243-1311) otorgó a Felanitx su carta fundacional.
Castillo de Santueri. Grabado anónimo del siglo XIX. (Foto: Archivo Josep María Osma Bosch) |
Esta localidad, que en estos días de finales
del mes de agosto está celebrando su Setmana Gran dedicada a San Agustín de
Hipona (354-430), aunque la verdadera patrona de la localidad sea realmente
Santa Margarita. Estas fiestas veraniegas, que cada año van cargadas de
polémica con la consiguiente alteración del orden público, tienen su origen el
siglo XV cuando eran organizadas por los frailes agustinos que poseían una casa
conventual en la localidad hasta su exclaustración en 1835 por la Ley de
Demortización de Juan Álvarez Mendizábal (1790-1853); medio siglo después, el
ayuntamiento se hizo cargo de la organización festiva y lo continua haciendo en
la actualidad.
En lo que abarca todo su término municipal,
cuya extensión es de 171, 67 km2, y habitantes censados 19.000h, es conocido
por diversos motivos: por su majestuoso santuario de Sant Salvador; por tener la plaza de toros más antigua de
Mallorca, construida en 1914; por ser nacidos en él Guillem Timoner Obrador
(1926-), seis veces Campeón del Mundo de ciclismo en pista de medio fondo tras
moto; Guillem Sagrera (¿1380?-1456), constructor de innumerables obras góticas
como Sa Llonja de Palma y el Castel Nuovo de Nápoles, y el artista plástico
Miquel Barceló Artigues ( 1957-); por sus exquisitos vinos y patés; por el
desgraciado suceso ocurrido el Domingo de Ramos, 31 de marzo de 1844 al
celebrarse un Vía Crucis, se desplomó un terraplén causando 414 victimas
mortales e innumerables heridos (ver mi artículo en este Blog Trágico Domingo
de Ramos en Felanitx, martes, 15 de abril de 2014 ); por Porto Colom, su
hermoso puerto; por sus románticas y apacibles calas de arena fina y aguas
cálidas; y por tener uno de los tres castillos roqueros que hay en Mallorca, el
de Santueri, lugar donde hipotéticamente fue concebido, por los amores de
Carlos de Trastámara y Évreux , Príncipe de Viana (1421-1461) con la payesa
Margalida Colom, uno de los personajes más importantes de la historia
universal, Cristóbal Colón; fortaleza, que tras permanecer algo más de una década cerrada y haberle
practicado un somero trabajo de restauración ha sido abierta de nuevo hace poco para que la
podamos visitar y desde sus torres y almenas
contemplar una de las vistas más hermosas y románticas de Mallorca.
Está fortaleza, a 5 Km. del
núcleo urbano, de forma estrategica, se halla edificada sobre lo alto de un
monte de 408 metros de altura sobre el nivel del mar, estando rodeada de
escabrosos acantilados, y desde en todo su alto se domina gran parte del sureste
de la isla: Porto Colom, Calas de Mallorca, Sa Rapita, e incluso la isla de
Cabrera.
Su fábrica que podemos ver hoy en
día, es producto de una reconstrucción realizada en el año 1316 sustituyendo a
la construcción de la época musulmana. Tiene un planta de forma de triangulo y
está defendido por varias torres cuadradas albarranas, a excepción de la del
homenaje que es circular. Su perímetro es 1.103 m2 y una superficie de 7.103
m2. Su entrada es mediante dos arcos de
medio punto, ambos están separados por un palmo y medio y eran usados en
defensa a modo de matacán. En su interior se observan restos de lo que fueron
sus dependencias. La última reforma documentada
fue realizada en 1552. También quedan vestigios de dos aljibes, un
molino y la capilla, que documentalmente se sabe que estaba dedicada a San
Bernardo.
En 1231, resistieron hasta su
rendición los almohades huidos de Madîna Mayûrqa dos años antes, ante el asalto
de las tropas feudales del rey Jaume I, el castillo pasó a ser propiedad del
conde Nunyo Sanç, pariente del monarca aragonés. Algo más de un siglo después,
también estuvieron defendiéndolo los partidarios del rey Jaume III de Mallorca
(1315-1349) ante el ejército invasor de Pere IV de Aragón (1319-1387). Entre
los años 1521 y 1523, durante las Germanías, fue asilo de los mascarats. o sea,
los partidarios de Carlos I (1500-1558). En esos tiempos, su gobierno lo
ejercía un castellano elegido por el baile real de Felanitx, y su guarnición
militar solía ser de tres decenas de hombres.
A partir del siglo XVII, y debido
a no poder instalar en sus almenas piezas de artillería, la fortaleza perdió su calidad estrategica y fue
paulatinamente abandonada. En 1811, el Estado Español lo vendió a la familia Vidal, que continua
siendo su propietaria. En 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural.
En los alrededores de la
fortaleza hay varias cuevas naturales, como la de S´Aigo y la de Es Bous,
fueron refugio para habitantes de las casas rurales de la zona durante los
bombardeos sufridos durante la pasada
guerra Civil.
Castillo de Santueri en la actualidad. (Foto: Archivo Josep María Osma Bosch) |
En el año 2002, una noticia
aparecida en los medios de comunicación conmocionaba a los amantes de la
Historia de Mallorca. Entre los año 1997 a 2001, Rupert Spillmann, un médico
suizo aficionado a la arqueología, con un permiso verbal del Consell Insular de
Mallorca, y armado de un detector de metales, extrajo de las entrañas de la fortaleza más de mil
piezas de diferentes época, como la romana, bizantina, árabe y cristiana, entre
ese enorme lote había monedas de diferente metal, seños de cera, armas… No le
bastó con descubrir ese gran conjunto de piezas que clandestinamente lo sacó de
la isla recalando en Alemania, concretamente en Turingia, en cuya universidad
fue estudiado por Lutz Illisch, un experto numismático. En el año 2002, el Consell
Insular de Mallorca, al tener noticia de ese expolio, presentó denuncia ante los
tribunales. El galeno helvético, ante la falta de pruebas de que con esa
extraída de piezas se había lucrado, quedó absuelto de los cargos que se le
habían imputado devolviendo todo el material hallado. Durante el juicio,
Spillmann declaró que al descubrir las primeras piezas en el subsuelo de
Santueri lo notificó al Museu de Mallorca quedando sorprendido que la respuesta
fue que ese estamento no tenía competencia en dichos hallazgos.
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