Josep María Osma Bosch
Patio de Can Berga (Foto: Archivo Josep María Osma Bosch) |
Gabriel de Berga i Santacilia (Foto: Archvio Josep María Osma Bosch) |
Gabriel de Berga i de Zaforteza, un personaje muy peculiar en la historia del casal por sus riquezas en el mismo, y que merece ser tratado en un artículo aparte, le proyectó una gran reforma, y para ello, contrató a Joan Pons, mestre picapedrer, y a Joan Rotger, mestre fuster, usando bastantes materiales de construcción, para ahorrar gastos, de otros inmuebles que poseían los Berga por toda la ciudad, lo transformaron del gótico al barroco. El escudo de armas que preside la entrada principal, es decir, cinco lunas menguantes de dos en dos y una al final de las mismas, que por cierto, está rematado por una corona marquesal, a pesar que no poseían los Berga ese título nobiliario, es obra de Joan Deyà. La fachada central presenta una balconada corrida, diseñada en 1754 por el arquitecto Juan Francisco Aragón, cuyo balaustre procede del convento de Sant Francesc de Paula, cenobio que desapareció con la tercera desamortización de Juan de Dios Álvarez de Mendizábal en 1835, y que se hallaba ubicado entre las actuales plaza de la Reina y calle Conqueridor.
Al fallecer Gabriel de Berga i de Berga el 28 de noviembre de 1756, al haber fallecido también sus dos hijos varones, sus bienes pasaron a Cecilia Zaforteza i de Berga, su prima y esposa de Francesc Sureda de Sant Martí, marqués de Vilafranca. Los Zaforteza,en varias ramas familiares, tuvieron el casal en pertenencia hasta el 12 de junio de 1942, cuando Raimundo Fernández Cuesta, a la sazón ministro de Justicia, firmaba, en nombre del Estado, el contrato de compra; previamente, también optaron para su adquisición la Diputación Provincial de Baleares y el Hotel Ritz de Barcelona. En 1965, el edificio, entonces destinado a juzgados y a la Audiencia Territorial, sufrió importantes reformas en su interior desvirtuándolo en mayor parte de su antigua distribución; hoy en día ocupa el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
Durante algunos siglos nuestra isla estuvo, de forma cotidiana, en estado de guerra por las luchas internas de los clanes familiares de los Canamunt y de los Canavall. En el siglo XVIII, aunque se produjo la "paz", permítaseme el entrecomillado, entre esas facciones el 11 de octubre de 1632 en el claustro del convento de Sant Francesc de Ciutat, fue una centuria de lo más movida en esas luchas entre los linajes más poderosos de Mallorca. El 14 de junio de 1615, una partida de los Canavall asesinaron a tiros de arcabuz al caballero Arnau de Santacilia i de Pax cuando iba de camino a la possesió familiar de Alfabía a Ciutat de Mallorca; su hermano, Pere de Santacilia i de Pax, se convirtió en líder de los canamunters, y en venganza por la muerte de su familiar directo, asesinó e hizo matar a muchos de sus adversarios.
En 1632, este personaje, habiendo huido de la isla debido a sus múltiples criminales acciones, y para conseguir el perdón regio, entra en la milicia. Dos años después, bajo su propio peculio, forma un contingente de hombres armados con los que combatirá al servicio del rey Felipe IV en las campañas bélicas englobadas en la Guerra de los Treinta Años: Mittelburg, Maguncia, Tarragona, Tortosa, Maó, frontera de Portugal... Por sus grandes servicios prestados a la Corona, y por su denuedo mostrado en su carrera de las armas, Pere de Santacilia i de Pax fue recompensado con los empleos militares de almirante, gobernador general de Dragones del Ejército y de la Caballería de Castilla la Vieja, ministro del Consejo Supremo de Guerra, gobernador de Menorca, y procurador del Reino de Mallorca, falleció el 19 de diciembre de 1699, siendo enterrado con el hábito de la Orden de Calatrava.
En 1632, este personaje, habiendo huido de la isla debido a sus múltiples criminales acciones, y para conseguir el perdón regio, entra en la milicia. Dos años después, bajo su propio peculio, forma un contingente de hombres armados con los que combatirá al servicio del rey Felipe IV en las campañas bélicas englobadas en la Guerra de los Treinta Años: Mittelburg, Maguncia, Tarragona, Tortosa, Maó, frontera de Portugal... Por sus grandes servicios prestados a la Corona, y por su denuedo mostrado en su carrera de las armas, Pere de Santacilia i de Pax fue recompensado con los empleos militares de almirante, gobernador general de Dragones del Ejército y de la Caballería de Castilla la Vieja, ministro del Consejo Supremo de Guerra, gobernador de Menorca, y procurador del Reino de Mallorca, falleció el 19 de diciembre de 1699, siendo enterrado con el hábito de la Orden de Calatrava.
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