domingo, 7 de septiembre de 2014

LA MARE DE DÈU DE LA SALUT, PATRONA DE PALMA

Josep María Osma Bosch

Hoy, día 7 de septiembre, Palma de Mallorca homenajeará con una ofrenda floral y de frutos, a la Mare de Déu de la Salut, nombrada patrona de nuestra ciudad en el año 1960, acto de devoción popular que se celebra desde el primer año de la última década del siglo pasado en la fachada de la iglesia parroquial de Sant Miquel.

Mare de Déu de la Salut. Portal Mayor de la iglesia.
Obra de Pere de Santjoan en 1398.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
La iglesia de Sant Miquel ocupa el solar de una  mezquita, en la cual, el día 31 de diciembre de 1229,  mientras aún se combatía en las calles de Madîna Mayûrqa, se celebró la primera misa después del asalto a la misma por las tropas cristianas a la ciudad almohade. El templo religioso islámico fue consagrado al jerarca máximo de las milicias celestiales, el arcángel Sant Miquel, conocido como el pesador de almas, de quien las crónicas de la época dicen que se apareció de forma milagrosa durante el asedio a la madîna arengando a las tropas mandadas por el rey Jaume I; otras versiones suponen que el nombre de la iglesia se debe al confesor del rey, el fraile dominico Miquel Fabra practicante de ese primer oficio religioso en una urbe que dejaba de denominarse Madîna Mayûrqa pasando a ser Ciutat de Mallorques.

El camarín donde se halla la Mare de Déu de la Salut, construido entre los años 1646 y 1653, años en lo que Mallorca, y en concreto la ciudad, padecía una epidemia de peste conocida como Sa pesta d´en Boga, tema para un futuro artículo en este Blog, está dentro de una capilla de forma cuadrada decorada en mármol policromado y cubierta por una cúpula sobre varias pechinas. En el fondo de la misma, detrás del altar y a través de una ventana abierta al retablo, se observa la talla mariana con el Niño sostenido en su brazo izquierdo. Esa escultura, realiza en alabastro blanco  y de una altura de 0, 85m. es la que se sabe por tradición, llevaba el rey Jaume I dentro de su camarote de la galera real rumbo a la conquista de Mayûrqa y a la cual se encomendó, prometiéndole que,  si cesaba aquella tempestad en el mar producida entre los días 9 y 10 de septiembre de 1229 y  ganaba la isla  para el mundo cristiano, erigiría una iglesia para que fuera venerada; horas después la fuerte tormenta ya era historia. 

Una vez consolidada la conquista de Mayûrqa, el joven monarca aragonés cumplió su promesa y ordenó edificar un templo sobre la mezquita mayor bajo la advocación de la Virgen María, hoy en día es la catedral mallorquina. Aunque a decir verdad, el propio rey aragonés en su Llibre dels Feits solamente nos dice que se encomendó a María pero no  hace referencia a ninguna talla que hubiere en su estancia de a bordo de su nave capitana: “E vos, Mare de Déu , que sots pont e pas dels pescadors, prec-vos per les set alegries e per les set dolors que hagues del vostre car fill, que us membre de mi en pregar al vostre car fill que ell m´estorça d´esta pena e d´aquest perill en què jo só, e aquells qui van amb mi".

Estampa moderna de la Mare de Dèu de la Salut.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
En los muros laterales de la capilla, hay dos cuadros pictóricos de autoría anónima que recuerdan esos dos momentos históricos, el de la donación de la Santa Imagen y la secuencia del temporal marítimo que sufrió la armada naval invasora frente a las costas de Pollença, y en uno de esos cuadros figura la siguiente leyenda: “Partinsa el Rey Don Jaume de Mallorca per Aragó feu donasió de este Santa Figura, en esta parroquial esgléia de Sant Miquel: en poder de Alexandro Jolit, notari de Barcelona lo any 1231: 2 anys de le conquista de este Reyna”.

No tardó mucho en atribuírsele a la talla de La Mare de Déu  infinidad de curaciones y hechos milagrosos. Por esos motivos portentosos realizados por Ella obrados, se le empezó a conocer como de La Salut fundándose una cofradía en su honor.  Años más tarde, el obispo Tomàs de Rocamora bendijo una pequeña fuente situada al lado de Nostra Senyora, existente hoy en día. El agua que de ella emana proviene de una cercana cisterna y es creencia popular que contiene factores curativos para quién la bebe.
               
Para no hacer demasiado extenso este artículo, permítaseme narrar a líneas seguidas, uno de los muchos milagros atribuidos a La Mare de Déu de la Salut. La plaza del Mercadal, situada en el centro histórico de la ciudad de Palma de Mallorca, colinda con las calles Ferreria, Pes de sa Farina, Esparteria, Llogenta y Travessa d´en Ballester. Su actual  nomenclatura ya era conocida en la primera mitad del siglo XVIII y el vulgo la denominada como de Pes des Carbó, ya que en este espacio público de pesaba, subastaba y se realizaba el pesaje, venta y recaudación de los aranceles municipales que gravaban el carbón, mineral de primera necesidad en aquellos tiempos.

Esta plaza, unos años antes de recuperar su antigua denominación, estaba dedicada a Josep Miralles Sbert, arzobispo-obispo de Mallorca desde el 13 de marzo de 1930 hasta el 22 de noviembre de 1947. En esta plaza, hoy en día parcialmente porticada, a finales del siglo XVII tuvo lugar un milagro de la Mare de Déu de la Salut; precisamente el propio prelado Miralles Sbert nos narra lo sucedido en su ensayo Noticias de Nuestra Señora de la Salud, relato que es recogido por Diego Zaforteza Mussoles en las páginas 204-205 del tomo IV de su La Ciudad de Mallorca, ensayo Histórico-Toponímico, editado por la Antigua Imprenta Soler de Palma en el año 1960. Veamos ese relato…

“A 14 del mes de octubre de 1648, dice el citado opúsculo, Antoni, de edad de 14 anys, poch ó menos, estante poant en lo pou del Mercadal, lo pes del poal y corda lo sen portaren y llensaren dins lo pou. Lo minó casi sempre se espigué aferrat ab la corda, pero may dexà de invocar a Nostra Senyora. Acudí la Verge ab prestesa de Mare puix confessa lo miñó que pareix que una secreta virtud lo guarda. Y haguera asegurat yo devot de la Verge y invocantia no se había de fer mal, abans se trova sa y bo Damunt una roqueta y aferrat com pogue la corda, la gent y vesindat que havia acudit a los crits y pensaven había mort, tirant de la corda lo tragueren tot sense lesió que sos primers cuidats foren demanar la gerra, com si aquella desgracia hagues passat per altre. Mare y fill han restats tan devots de Nostra Santa Imatge que venen molts dies a donar gracies a la Verge per tan gran benefici “.

 El 13 de septiembre de 1931 fue coronada de forma canónica  y el 7 de octubre de 1965, el ayuntamiento de Palma de Mallorca le concedió la Medalla de Oro de la ciudad.

 Finalizo este artículo con un “goig” (gozo) mallorquín dedicado a nuestra  santa patrona, orado por quienes le suplican sus favores divinos:

                                                               “ Del qui gemega en malaltia
                                                                  sou esperança i fortitud
                                                                  el nostre poble en Vós confia
                                                                  Mare de Déu de la Salut “.





                                                  
         

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