Josep María Osma Bosch
Tercer hijo de Diego Rodríguez y
de María Gómez de Alvarado, nació en Segovia en el año 1530 o en el 1531,
recibiendo el bautismo en la parroquial iglesia de Santa Coloma de esa misma
ciudad. Tenía Alonso trece años, cuando fue enviado a un colegio de Alcalá de
Henares regentado por la Compañía de Jesús, orden religiosa fundada por San
Ignacio de Loyola. Pero, al poco, debido al fallecimiento de su padre, tuvo que
regresar a su ciudad natal para hacerse con las riendas del negocio familiar de
tejidos.
Portal iglesia de Montesión (Foto: Archivo Josep María Osma Bosch) |
Nuestro biografiado, al mismo
tiempo que seguía con el negocio familiar, cuidaba del único hijo que le
quedaba vivo y se refugiaba en la oración y lecturas. Tiempo después, tras
traspasar la pañería, se trasladó a la casa materna e hizo confesión general
con el jesuita P. Bautista Martínez.
Una noche, Alonso soñó que tenía
en su cama a su hijo amortajado, al mes siguiente, el niño fallecería; madre,
María obitaría, unas semanas después.
Transcurrido un tiempo de crisis
espiritual, solicita la entrada en la Compañía de Jesús, pero se le deniega
alegando su edad y minusvalía, era sordo. Ante este rechazo, Alonso cedió sus
derechos patrimoniales a su familia, y a finales de 1568 se presentó en
Valencia al P. Luis de Santander, rector del colegio jesuítico, antiguo
confesor suyo y de Teresa de Jesús. El clérigo le animó a estudiar gramática y
posteriormente iniciar los estudios eclesiásticos. Compagina sus libros
pedagógicos con el trabajo de sirviente en una casa nobiliaria.
"El milagro de Bellver". Lienzo iglesia de Sant Antoniet. (Foto: Archivo Josep María Osma Bosch) |
Un día, Alonso, acompañaba al P.
Matías Borrasà, quien debía oficiar misa en la capilla de San Marcos, del
castillo de Bellver, a la familia del castellano de la fortaleza. El segoviano,
fatigado y rezagado de su compañero, sin dejar de orar a su rosario, se sentó
unos minutos para descansar. Fue en ese momento, cuando se le apareció la
Virgen María y con un lienzo le secó su rostro sudoroso. En esa parte del
bosque de Bellver, donde tuvo lugar la aparición mariana, se erigió un pequeño
monolito con un azulejo representando el portento. En el año 1885, a instancias
de Francisco de Cotoner, marqués de
Ariany, se construyó la actual ermita.
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