domingo, 16 de marzo de 2014

UN CABALLERO PASADO POR AGUA (ARMADANS-ESPANYOLS)

Josep María Osma Bosch

Ciutat de Mallorca, durante las épocas del medievo y posteriores, estuvo inmersa en una verdadera guerra civil interna protagonizada por clanes familiares que se disputaban la influencia real, el poder económico, cargos públicos, eclesiásticos...

Estas luchas fratricidas que durante varios siglos sembraron las calles de Ciutat, como el resto de la isla, de cadáveres y de terror. Tuvieron como actores las clases nobiliarias, arrastrando al resto de la población,  conocidas según el momento y lugar de residencia: Call-Almudaina; Born-Almudaina; Armdadans-Espanyol; Canamunt-Canavall; Botifarres-Maulets; Gorrions-Marells...

Ca´n Espanyol
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Según nos relata Álvaro de Campaner y Fuertes en su “Cronicón Mayoricense”, el 2 de febrero de 1489, Ciutat de Mallorca celebraba el Carnaval, fiesta lúdica llamada entre nosotros “els darrers dies”. Cuando el caballero Jaume Armadans,  pasaba montado sobre su mula por la calle donde se ubicaba el “casal “ de los San Martí y de los Espanyols, ubicada en la parroquia de Santa Eulalia,  una criada de la casa, desde una de las ventanas, vertió sobre el Armadans una jarra de agua, costumbre en esos días carnavaleros. Armadans y Espanyols llevaban ya mucho tiempo enemistados, y aprovechaban cualquier circunstancia para montar una de”San Quintín”, así que, ni corto ni perezoso, Jaume Armadans, penetró en el inmueble, haciendo caso omiso a la señora aristócrata, persiguió a la criada por pasillos e instancias hasta alcanzarla, dándole, sin piedad alguna, una fuerte patada, tal como lo hubiera hecho su propio mulo que en la calle le aguardaba.

Horas más tarde, Pere Espanyol, al tener noticia del hecho, reunió un grupo de medio centenar de personas entre familiares, amigos y criados, y personándose en el inmueble de Jaume Armadans, en el número 9 de la actual calle Sans, quien, como eran altas horas de la noche, se hallaba junto a su mujer durmiendo. Asaltaron la casa y dieron una tal ingente paliza al matrimonio, que al creerlos muertos salieron  por pies en polvorosa de la vivienda, y quiso la casualidad, que al huir de ella, se toparon con un sobrino de los apalizados y se ciñeron con él tal como lo habían hecho con sus parientes, dejándolo en plena vía herido de muerte.


Ca´n Aramadans
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)
Los autores materiales del suceso fueron apresados y sometidos a arresto domiciliario, pero poco pudo hacer la Justicia, ya que en cuestiones de la clase nobiliaria, tenía las manos atadas. Dos de los imputados, Nicolau de Pachs y Pere de Sant Joan, para redimir su castigo, tomaron parte en la guerra de Granada, último reducto árabe en la península, campaña que mantenían los Reyes Católicos. Según las crónicas de la época, los dos nobles mallorquines demostraron un gran valor, siendo armados caballeros y obteniendo la amnistía regia a cambio de efectuar una paz con los Armadans.

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