Juana María Hernández Joy
MARIE MAGDALENE D´ORTELLS
Joan de Guillart era un hombre de unos cuarenta y cinco años, de complexión fuerte, experto en todo tipo de armas, excelente diplomático, uno de los de más grado dentro de la Orden y el mejor amigo de su padre.
Magda, que era su apelativo familiar, llevaba días dedicada al estudio de unos antiguos manuscritos que él mismo le había entregado. -“Aquí tienes esto, quiero que lo leas despacio y con detenimiento, después me das tu opinión sobre ello”. Le dijo con firmeza y sin titubear.
E inmersa en ello estaba cuando… -“!No puede ser, es ella!”. Se dijo para sí al ver que en ese mismo documento se hablaba de una antepasada suya la cual había sido cátara; aquél manuscrito que tenía en sus manos lo confirmaba.
-“¿Por qué su tío Joan no le había dicho nada?”. Se preguntaba al tiempo que él entraba en la gran sala donde estaba ubicada la biblioteca.
-“Porque debías averiguarlo por ti misma, mi querida sobrina Magda”. Le contestó al tiempo que la miraba con dulzura.
-“¿Desde cuándo estás ahí? No te oí entrar.” Le dijo nerviosa a la vez que sorprendida por el descubrimiento que había hecho.
-“Lo sé, estabas demasiado inmersa conociendo un poquito más sobre tu procedencia”.
-“¿Por qué no me lo dijiste tú mismo? Le dijo con cierto tono de enfado.
-“Debías de averiguarlo por ti misma, forma parte de tu aprendizaje, ahora que ya lo sabes, voy a hablarte de ella. Se llamaba Marie Magdalene D´Ortells, nació en Carcassonne en el año 1.209 dentro del seno de una familia con raíces cátaras; a los diecinueve años ya era Perfecta, último grado en dicha jerarquía y que únicamente sólo se podía acceder si anteriormente habías sido preparado mediante una dura iniciación, la cual superó sin ninguna dificultad ya que desde el mismo día que nació la habían estado educando para ello.
En 1.231 cuando contaba veintidós años de edad y tres después de que Jaime I conquistara la isla, decidió venir a Mallorca con la única intención de salvar su vida. Su padre antes de morir le dijo que en Mallorca podría vivir tranquila, y empezar una nueva vida. Llevaba ya unos años aquí, cuando decidió que había llegado el momento de regresar de nuevo a su casa, a Carcassonne, y eso hizo, aun sabiendo lo que le esperaba si volvía… Y así fue, nada más llegar, alguien la estaba esperando, se trataba de Arnaud Gorblau, legado papal y un enamorado de su belleza, su cuerpo y de su corazón, cosas que no consiguió, ya que ella nunca quiso nada con él. A las pocas horas de llegar a su casa fue arrestada y llevada a los calabozos del Palacio Episcopal donde fue recluida.
Allí pasó meses donde desde un primer momento la torturaron y eran casi diarios los interrogatorios a los que se vio sometida. No pudieron con ella; por ese motivo fue conducida a la hoguera y delante del señor de Gorblau, la colocaron en el poste, la ataron de pies y manos y prendieron fuego; pero no estaba en su destino que su muerte fuera tan cruel… a los pocos minutos de empezar a sentir el humo entrando por los orificios nasales, comenzó a llover de repente y con fuerza, la gente que había ido a presenciar su final empezó a correr buscando un refugio para resguardarse de la lluvia. El atontamiento que llevaba en esos momentos, le impidió darse cuenta realmente de lo que estaba pasando, unas manos fuertes la estaba desatando del poste, cogiéndola en brazos y llevándosela lejos de allí. A pesar de este heroico acto por parte de un desconocido, no se pudo evitar su muerte, demasiados días de tortura habían dejado huella en su ya frágil cuerpo muriendo a los pocos días. Siendo enterrada en una tumba sin nombre en el cementerio de la Citè, en Carcassonne. Tan sólo tenía 29 años…”.
En 1.231 cuando contaba veintidós años de edad y tres después de que Jaime I conquistara la isla, decidió venir a Mallorca con la única intención de salvar su vida. Su padre antes de morir le dijo que en Mallorca podría vivir tranquila, y empezar una nueva vida. Llevaba ya unos años aquí, cuando decidió que había llegado el momento de regresar de nuevo a su casa, a Carcassonne, y eso hizo, aun sabiendo lo que le esperaba si volvía… Y así fue, nada más llegar, alguien la estaba esperando, se trataba de Arnaud Gorblau, legado papal y un enamorado de su belleza, su cuerpo y de su corazón, cosas que no consiguió, ya que ella nunca quiso nada con él. A las pocas horas de llegar a su casa fue arrestada y llevada a los calabozos del Palacio Episcopal donde fue recluida.
Allí pasó meses donde desde un primer momento la torturaron y eran casi diarios los interrogatorios a los que se vio sometida. No pudieron con ella; por ese motivo fue conducida a la hoguera y delante del señor de Gorblau, la colocaron en el poste, la ataron de pies y manos y prendieron fuego; pero no estaba en su destino que su muerte fuera tan cruel… a los pocos minutos de empezar a sentir el humo entrando por los orificios nasales, comenzó a llover de repente y con fuerza, la gente que había ido a presenciar su final empezó a correr buscando un refugio para resguardarse de la lluvia. El atontamiento que llevaba en esos momentos, le impidió darse cuenta realmente de lo que estaba pasando, unas manos fuertes la estaba desatando del poste, cogiéndola en brazos y llevándosela lejos de allí. A pesar de este heroico acto por parte de un desconocido, no se pudo evitar su muerte, demasiados días de tortura habían dejado huella en su ya frágil cuerpo muriendo a los pocos días. Siendo enterrada en una tumba sin nombre en el cementerio de la Citè, en Carcassonne. Tan sólo tenía 29 años…”.
-“¿No pudisteis…, a qué te refieres? Dijo Magda.
-“El desconocido era uno de los nuestros. No todos los miembros de la Orden estaban al servicio de la iglesia de Roma. Por eso, en su lápida no figuró nombre alguno, con ello quisimos evitar que profanasen su tumba para llevársela y seguir torturándola incluso después de muerta” Dijo con el semblante triste y la mirada perdida.
-“Entiendo” Dijo mientras miraba la tristeza que transmitían los ojos de su tío.
-“¿Y ahora dime, por qué no fuiste al cementerio en aquellas dos ocasiones en las que estuviste en Carcassonne?
-“¿Cómo dices tío Joan?
-“Sabes que no soy de repetir las cosas dos veces, esta vez haré una excepción… ¿Qué te impidió visitar el cementerio de Carcassonne? Ella te estaba esperando, si hubieses ido…
-“Si hubiese ido, ¿cómo la habría encontrado? Tú mismo acabas de decirme que su lápida no tiene nombre.
-“Ella te hubiese guiado hasta su tumba. ¿Ya has olvidado al hombre que te recibió nada más llegar a la Citè, o cómo en tu último día de estancia allí, viste a dos mujeres y una de ellas te reconoció y te lo demostró con un saludo, inclinando su cabeza al pasar por tu lado? Esas personas sabían perfectamente que eras descendiente de Marie Magdalene D´Ortells. Mi querida sobrina… además de discípula, nosotros lo sabemos todo, y por todos lados estamos. Somos El Temple. Nunca lo olvides”.
-“Mi querido tío y Maestro, nunca olvido tus sabios consejos. Pero necesito que me aclares una duda… ¿un templario puede a la vez, ser cátaro? Porque si es así, tendría ascendencia por las dos partes… ¿no es así? ¿Y quién fue realmente Marie Magdalene D´Ortells…? Mi teoría es que debió de ser algo más que una Perfecta… si no, ¿por qué se tomarían tantas molestias e interés los de Roma?”
-“Como te he dicho al principio de esta conversación… SÓLO CUANDO ESTÉS PREPARADA, SABRÁS QUIEN ERES Y LO QUE TIENES. De momento, lo único que debes hacer es seguir con tu aprendizaje y dejarte de tantas preguntas a las cuales no pienso responder, al menos no por ahora. Y por hoy, se acabó el estudio. Vamos a comer, el resto se estará preguntando por qué aún no hemos hecho acto de presencia en el comedor”.
-“Sí, vamos” Le dijo contenta de haber puesto nuevamente en un jaque verbal a su tío.
NOTA DE LA AUTORA: Queridos lectores, aquí os dejo la primera entrega de LA ELEGIDA… En la que he mezclado algún personaje real, con otros que son producto de mi imaginación e inventiva. Al igual que toda similitud en los acontecimientos relatados con la realidad, es pura coincidencia.
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